El dolor de espalda al levantarse, las contracturas frecuentes en cuello y hombros, o incluso las alergias, podrían no ser causados por el estrés o la edad, sino por el desgaste del colchón.
Aunque muchas personas no lo consideran, los especialistas indican que usar un colchón viejo puede provocar diversas molestias físicas y afectar negativamente la calidad del sueño.
Según los fabricantes, la vida útil de un colchón varía entre 6 y 12 años, dependiendo de factores como la frecuencia de uso, el tipo de material y el cuidado que se le haya dado.
Sin embargo, los expertos coinciden en que, en general, se recomienda cambiarlo cada 8 a 10 años para mantener una postura adecuada y evitar dolores musculares.
Duración según el tipo de colchón
Cada tipo de colchón tiene una duración aproximada según su material:
Estos períodos pueden variar si el colchón se utiliza diariamente, si se le ha dado un buen mantenimiento o si muestra signos de deterioro temprano.
¿Cuándo es momento de renovar tu colchón?
Más allá de la antigüedad, existen señales evidentes que indican que tu colchón ya no está cumpliendo su función:
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Dolores constantes al despertar (en espalda, cuello o cabeza)
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Alergias inexplicables o problemas respiratorios
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Hundimientos o deformaciones visibles en la superficie
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Ruidos o crujidos al moverse en la cama
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Sensación de sueño fragmentado o no reparador
Estos síntomas alertan que el colchón ha perdido su soporte ergonómico y podría estar causando molestias musculares, articulares o respiratorias.
Cambiar el colchón no es solo una cuestión de comodidad, sino también una inversión en la salud. Dormir bien y sin molestias es esencial para un buen rendimiento diario, y escoger el colchón adecuado según tus necesidades puede mejorar significativamente tu descanso.