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¿Se te duermen manos o pies? Se llama Parestesia y estas son las causas más comunes

ENFERMEDADES
Redacción El Tiempo
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A casi todos nos ha ocurrido: la mano, la pierna o los pies se “duermen” después de permanecer en una postura incómoda, y al cabo de unos minutos todo vuelve a sentirse normal. Pero cuando ese cosquilleo aparece con demasiada frecuencia, dura más de lo común o surge sin motivo aparente, deja de ser algo sin importancia.

El entumecimiento de las extremidades —llamado médicamente parestesia— puede ser una respuesta temporal del cuerpo o el aviso temprano de un problema nervioso, circulatorio o metabólico.

¿Qué significa cuando se te “duerme” una parte del cuerpo?

Según la Cleveland Clinic, la parestesia es una sensación anormal que ocurre cuando un nervio no transmite bien la señal o cuando el flujo sanguíneo disminuye momentáneamente en esa zona. No es que la extremidad “se apague”, sino que por un momento deja de funcionar con normalidad.

Hay dos tipos principales:

Parestesia transitoria: dura poco y desaparece al mover la zona. Ocurre al cruzar las piernas, recargarse sobre un brazo o dormir en mala postura. Se origina por presión temporal sobre nervios o vasos sanguíneos.

Parestesia persistente: aparece repetidamente o se prolonga por horas o días. En estos casos ya no se debe solo a una postura y conviene investigar la causa, pues puede relacionarse con daño nervioso o enfermedades crónicas.

Causas más habituales del adormecimiento

La razón más común es la compresión mecánica, es decir, ejercer presión involuntaria sobre un nervio o una parte del sistema circulatorio.

Situaciones típicas:

Permanecer con las piernas cruzadas mucho tiempo: presiona nervios y vasos, y la sensibilidad regresa al cambiar de postura.

Dormir con la muñeca doblada o el brazo bajo la cabeza: puede adormecer la mano o los dedos por presión sobre nervios del brazo.

Permanecer inmóvil durante largos periodos: ya sea en la oficina, al conducir o en viajes extensos; la sangre fluye peor y los nervios reaccionan.

Cuando el hormigueo apunta a un problema nervioso

Si el entumecimiento es repetitivo, se prolonga o aparece sin aplicar presión, es más probable que el origen sea neurológico. Los especialistas suelen dividir estas causas en dos grupos:

1) Compresión crónica de nervios

Ocurre cuando un nervio está comprimido de manera continua por huesos, tendones o inflamación.

Síndrome del túnel carpiano: hormigueo en pulgar, índice y medio, especialmente por la noche. Estudios recientes muestran que los despertares por dolor o adormecimiento son una causa frecuente de consulta.

Ciática o hernia discal lumbar: adormecimiento que baja del glúteo a la pierna, a veces acompañado de dolor que llega hasta el pie.

Compresión del nervio cubital (codo): adormecimiento en meñique y anular, sobre todo si se flexiona o apoya mucho el codo.

2) Neuropatías periféricas

Son daños en los nervios de pies, manos, piernas o brazos. No solo generan adormecimiento, también pérdida progresiva de sensibilidad o dolor tipo ardor.

La diabetes es la causa más frecuente. Mayo Clinic señala que la neuropatía diabética puede afectar hasta a la mitad de las personas con esta enfermedad y suele comenzar con hormigueo, dolor o entumecimiento en pies, piernas o manos.

Otras causas incluyen:

consumo elevado de alcohol

enfermedades del riñón o trastornos autoinmunes

ciertos medicamentos (como quimioterapia)

infecciones

deficiencias nutricionales

Problemas circulatorios y otras causas médicas

No siempre se trata de los nervios; a veces el origen es vascular o metabólico:

Mala circulación periférica: más común en piernas y pies; puede acompañarse de frío, cambios de color en la piel o calambres al caminar.

Falta de vitamina B12: esencial para la función nerviosa. Su ausencia puede causar entumecimiento progresivo, debilidad o problemas de equilibrio. Investigadores de UC San Francisco han demostrado que los niveles bajos de B12 pueden provocar alteraciones neurológicas incluso antes de que aparezca anemia.

Anemia y otras deficiencias nutricionales: pueden generar adormecimiento por baja oxigenación; usualmente van con cansancio severo y palidez.

Hipotiroidismo: puede favorecer parestesias y aumentar el riesgo de síndrome del túnel carpiano.

Embarazo: la retención de líquidos puede comprimir nervios de la muñeca y causar hormigueo en las manos.

Señales de alarma

Busca atención médica urgente si el adormecimiento:

aparece de repente en un lado del cuerpo (cara, brazo o pierna) o se acompaña de debilidad —puede ser un evento vascular cerebral

viene acompañado de problemas para hablar, ver, caminar o coordinar

surge junto con dolor en el pecho, dificultad para respirar o sudor frío

ocurre tras un golpe fuerte en cabeza, cuello o espalda

persiste por horas sin explicación y no mejora al moverte

Consulta con un médico si:

el síntoma ocurre varias veces por semana

notas pérdida progresiva de sensibilidad en manos o pies

tienes diabetes, antecedentes o sospecha de glucosa alta

el hormigueo afecta tu sueño o tus actividades diarias, como en el túnel carpiano

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