Qué es la bronquitis y por qué deja una tos que puede durar hasta 3 semanas

La bronquitis puede comenzar como una simple tos y terminar interfiriendo con el día a día si no se atiende a tiempo, especialmente cuando hay exposición al humo, polvo o tabaco.
Aunque la mayoría de los episodios agudos mejoran con cuidados básicos, el cuerpo suele enviar señales cuando algo no marcha bien: tos persistente, presión en el pecho o dificultad para respirar son avisos que no conviene ignorar.
Comprender qué ocurre en los bronquios y qué elementos los irritan no solo facilita la recuperación, sino que también ayuda a evitar que un malestar temporal se convierta en un problema respiratorio duradero.
¿Qué es la bronquitis?
La bronquitis consiste en la inflamación de los bronquios, los conductos que permiten el paso del aire hacia y desde los pulmones. Al irritarse o inflamarse, el organismo produce más mucosidad de lo habitual.
Quienes la padecen suelen expulsar flemas espesas que pueden variar de transparentes a blancas o amarillentas. Aunque el color no define la gravedad, sí permite notar cambios durante la evolución. Mayo Clinic señala que la tos puede prolongarse varias semanas aun cuando la infección ya terminó.
Según el National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI), la bronquitis puede presentarse de manera aguda (temporal) o crónica (prolongada), diferenciándose por la duración, las causas y su impacto en la función pulmonar.
Bronquitis aguda: la presentación más frecuente
La forma aguda aparece con más frecuencia en temporadas frías y suele surgir después de un resfriado. Casi siempre está provocada por virus similares a los de la gripe o el catarro.
Es contagiosa en los primeros días, y la mayoría de los pacientes mejora en una o dos semanas, aunque la tos puede extenderse un poco más.
Bronquitis crónica: inflamación que no desaparece
La bronquitis crónica se diagnostica cuando existe tos con flema la mayoría de los días durante al menos tres meses al año, por dos años consecutivos o más. En esta condición, los bronquios permanecen irritados de forma constante, generando hinchazón y exceso de moco.
Con el tiempo, respirar se vuelve más difícil y actividades cotidianas pueden generar fatiga. Esta variante suele estar vinculada con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
Síntomas comunes de bronquitis
Tanto la bronquitis aguda como la crónica se manifiestan con síntomas similares:
Tos con flema (clara, blanca, amarilla o verdosa).
Sensación de presión o leve dolor en el pecho.
Fatiga y malestar general.
Fiebre baja o escalofríos (más frecuente en la aguda).
Dificultad para respirar.
Silbidos al respirar.
La bronquitis aguda suele mejorar por completo en 2 a 3 semanas. La crónica, en cambio, provoca tos productiva persistente durante meses y tiende a reaparecer cada año.
¿Qué causa la bronquitis?
En la mayoría de los casos, la bronquitis aguda es viral. Por esta razón, los antibióticos no sirven para tratarla, a menos que exista sospecha de infección bacteriana añadida. Se transmite por gotas al toser, estornudar o hablar, y también a través de superficies contaminadas que luego se llevan a ojos, nariz o boca.
¿Por qué llega a hacerse crónica?
La causa principal es el tabaquismo. El humo del cigarro irrita de forma constante los bronquios y daña los cilios, pequeñas estructuras que ayudan a limpiar el moco. También influyen la exposición prolongada a contaminación, humo de leña, polvo o químicos en el trabajo. Minimizar estos irritantes reduce significativamente el riesgo.
¿Cuándo ir al médico?
Aunque la bronquitis aguda suele ser leve, es recomendable buscar atención médica si:
La tos dura más de 2 o 3 semanas.
Hay presencia de sangre en la flema o dolor fuerte en el pecho.
La falta de aire aumenta.
Se presenta fiebre mayor a 38 °C, escalofríos intensos o debilidad.
El especialista puede realizar una exploración física, revisar los pulmones y solicitar estudios como radiografía de tórax, análisis de sangre o pruebas de función pulmonar, ya que otras enfermedades —como neumonía, COVID-19, asma o reflujo— también causan tos.
Tratamiento
Para la bronquitis aguda, el manejo es principalmente de apoyo:
Reposo
Buena hidratación
Medicamentos para el dolor o la fiebre
Humidificar el ambiente para aflojar mucosidad
Los antibióticos solo se usan si son necesarios. Administrarlos sin indicación fomenta resistencia bacteriana.
En la bronquitis crónica, además del control de síntomas, es clave eliminar la causa: dejar de fumar es la medida más efectiva. Dependiendo del caso, el médico puede recomendar broncodilatadores, inhaladores o terapia respiratoria.
Prevención
Vacunarse cada año contra la influenza.
Lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse la cara al salir.
Mantener distancia de personas con infecciones respiratorias.
No fumar y evitar el humo de segunda mano.
Utilizar mascarilla en ambientes con polvo, humo o químicos, o si se tiene EPOC.
La bronquitis es un problema respiratorio común que generalmente es leve en su forma aguda, pero puede transformarse en una afección persistente si se vuelve crónica.
La tos con flema es su señal más representativa. Si dura más de lo esperado, reaparece cada año o viene acompañada de dificultad para respirar, es fundamental acudir al médico.
Evitar el tabaco, reducir contaminantes, mantener una buena higiene y vacunarse contra la influenza son medidas clave para prevenir complicaciones y asegurar una recuperación adecuada.
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