¿Qué comer en la oficina? Ideas de almuerzos saludables

En muchas oficinas, el ritmo acelerado del día hace que el almuerzo se resuelva sobre la marcha. Algunos recurren a la máquina de botanas; otros, a una visita rápida a la tienda más cercana.

Sin embargo, quienes han logrado integrar comidas saludables en su rutina coinciden en algo importante: planear lo que comen durante la jornada mejora su bienestar y también su desempeño laboral.

A media mañana, cuando aparece el hambre y el cansancio se mezcla con las tareas pendientes, los carbohidratos refinados parecen la solución más fácil. Galletas, panes, dulces o refrescos ofrecen un impulso de energía inmediato, pero después provocan una caída fuerte: la glucosa se eleva rápidamente, la insulina actúa y el agotamiento regresa con más intensidad. Además, la falta de fibra hace que el hambre vuelva pronto, afectando la concentración y la productividad.

Por ello, cada vez más personas optan por llevar comida preparada desde casa. No solo representa un ahorro, sino que permite asegurar una alimentación equilibrada en la oficina, con control sobre lo que se come: ingredientes, porciones y variedad.

Lejos de ser visto como algo extraño, este hábito se ha vuelto una estrategia práctica para quienes desean cuidar su salud sin complicar su día. Con un poco de organización, el almuerzo puede convertirse en un momento nutritivo, conveniente y agradable.

5 consejos para planear tus comidas del día

Cocina un poco más de lo que preparas normalmente para tener una porción extra lista para llevar.

Usa recipientes específicos que te ayuden a controlar porciones y mantener todo ordenado.

Procura incluir proteína, verduras y carbohidratos en cada comida: el equilibrio es esencial.

Añade un postre saludable como yogurt, fruta o pepinos con chile.

Tómate un momento para comer sin prisas; ayuda a la digestión y reduce el estrés. Tip adicional: evita llevar caldos; suelen ser difíciles de transportar.

RECETAS sencillas para almuerzos nutritivos y fáciles de llevar

1. Ensalada de pollo con aguacate

Ingredientes: ½ aguacate, 2 cucharadas de yogurt natural, jugo de 1 limón, 1 taza de pollo cocido y desmenuzado.

Aplasta el aguacate y mézclalo con el yogurt y el limón hasta obtener una mezcla cremosa. Agrega el pollo, sazona y revuelve. Es una opción práctica, sin olores fuertes, ideal para acompañar con salmas, pan tostado o arroz.

2. Alambre de res

Ingredientes: 2 bisteces, 1 pimiento morrón, ¼ de cebolla, 3 rebanadas de tocino, 1 jitomate, cilantro, 1 chile serrano.

Saltea la carne con un poco de aceite y sazona. Añade el tocino y, después, las verduras picadas. También puede prepararse con pollo y combinarse con tortillas, arroz o frijoles.

3. Buddha bowl personalizable

Un plato lleno de colores que mezcla verduras frescas, proteína y granos. Ejemplo: base de espinacas con pepino, jitomates cherry, pimiento, jícama, zanahoria, aguacate y champiñones. Añade arroz, quinoa, frijoles o garbanzos. Termina con aceite de oliva, limón o vinagre balsámico y complementa con nueces o arándanos.

4. Salteado oriental de pollo

Ingredientes: 1–2 pechugas de pollo, ½ taza de caldo de pollo, 2 cucharadas de salsa de soya, 1 cucharada de maicena, espárragos o brócoli, jengibre rallado, jugo de limón, 1 diente de ajo picado, pimienta y ajonjolí.

Dora el pollo y resérvalo. Mezcla salsa de soya con caldo en un tazón y, aparte, diluye la maicena en un poco de agua. Sofríe los vegetales con el ajo y el jengibre; después añade el pollo junto con ambas mezclas para espesar. Finaliza con un toque de limón y ajonjolí.

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