Durante su participación semanal en Infobae en Vivo, el cardiólogo Alejandro Meretta (MN 65971), jefe del área de Cardiología Nuclear en el ICBA Instituto Cardiovascular, explicó por qué el frío puede aumentar el riesgo de enfermedades y qué medidas podemos tomar para protegernos.
Por qué el frío afecta la salud
Meretta explicó que el cuerpo humano está diseñado para funcionar a una temperatura de 37°C. Ante temperaturas bajas, el organismo prioriza la protección de los órganos vitales, dirigiendo mayor flujo sanguíneo hacia el centro del cuerpo y reduciendo la circulación en las extremidades. Esto causa que manos y pies se enfríen, y que las mucosas se resequen, aumentando la susceptibilidad a infecciones.
Disminución en la vacunación
El especialista también destacó una tendencia preocupante: la caída en las tasas de vacunación desde la pandemia de COVID-19. Según él, se observa una especie de “fatiga vacunal” a nivel global, lo que ha facilitado una mayor circulación de virus. Subrayó la importancia de aplicarse las vacunas correspondientes al inicio del invierno, especialmente la antigripal y, en el caso de los niños, la del neumococo.
La gripe, el COVID y la confusión con el resfrío
Meretta recordó que cada año se desarrollan vacunas específicas contra las cepas de gripe en circulación, ya sea en versiones trivalentes (tres cepas) o tetravalentes (cuatro cepas). También señaló que muchas personas confunden el resfriado común con la gripe, e insistió en que el virus del COVID-19 aún sigue presente, aunque en menor proporción, por lo que es importante seguir vacunándose.
Más virus en invierno
Durante el invierno, la circulación de virus respiratorios y digestivos aumenta debido al encierro y al contacto prolongado entre personas en espacios cerrados. Por eso, recomendó ventilar los ambientes como una medida clave de prevención.
Cómo protegerse del frío
Meretta aconsejó abrigarse adecuadamente, especialmente en los grupos más vulnerables como niños y adultos mayores. Sugirió vestirse en capas, al estilo “cebolla”, y no olvidar cubrir la cabeza, ya que por esta zona se pierde alrededor del 20% del calor corporal. También recomendó usar calzado térmico en lugar de zapatillas de tela, que no ofrecen suficiente protección.
Finalmente, reiteró la importancia de vacunarse contra la gripe, el COVID-19 y el neumococo, y recordó que las vacunas comienzan a ser efectivas aproximadamente dos semanas después de su aplicación.