¿Quieres mejorar tu asma? Cultiva una actitud positiva, sugieren los investigadores.
El grado de optimismo o pesimismo de una persona con asma puede afectar la evolución de sus síntomas, según un estudio reciente.
Quienes anticipan que su asma y su salud empeorarán tienden a reportar un aumento de síntomas con el tiempo, informaron los científicos en la revista Health Expectations.
Y esto no es solo una percepción subjetiva: las expectativas negativas también se relacionaron con un mayor deterioro real en la función pulmonar.
En cambio, los pacientes optimistas sobre su pronóstico mostraron un avance más lento de la enfermedad.
“El nivel de expectativas explícitas se vinculó de forma clara con los resultados: quienes tenían una actitud optimista mostraron mejoras clínicas, mientras que las expectativas negativas predijeron un empeoramiento de los síntomas”, explicó el equipo liderado por Francisco Pagnini, profesor de psicología clínica en la Universidad Católica del Sagrado Corazón, en Milán.
En la investigación, se dio seguimiento a 310 personas con diagnóstico de asma durante seis meses.
Los pacientes completaron cuestionarios para evaluar sus expectativas sobre el curso de su enfermedad y su estado de salud futuro.
También se realizaron pruebas periódicas de función pulmonar y registros de síntomas.
Se encontró que expectativas más negativas anticipaban tanto un aumento de síntomas como un empeoramiento en la función pulmonar.
Según Pagnini, un posible mecanismo detrás de estos resultados es que, al igual que ocurre con el efecto placebo, las creencias que una persona tiene sobre su futuro influyen en su comportamiento, afectando la adherencia a los tratamientos y las recomendaciones médicas.
En otras palabras, quienes esperan un deterioro de su asma podrían ser menos propensos a seguir las indicaciones médicas que podrían ayudarles.
Los investigadores indicaron que este estudio debe replicarse para confirmar los hallazgos y entender mejor cómo las expectativas del paciente impactan en su salud.