México reduce 85% los casos de dengue en 2025

México ha registrado una notable reducción en los casos de dengue durante 2025, resultado de la Estrategia Nacional para el Control del Dengue, que logró contener la propagación del virus incluso en un año marcado por lluvias inusuales e importantes inundaciones.

De acuerdo con cifras oficiales, el país consiguió disminuir casi un 85% los casos confirmados en comparación con 2024. Expertos atribuyen esta caída al fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y a las acciones para controlar al mosquito Aedes aegypti.

A lo largo de 2025, el sistema de monitoreo del vector —reconocido a nivel internacional por su enfoque integral— ha sido fundamental para detectar áreas de riesgo y activar alertas tempranas.

Este modelo incluye el uso de ovitrampas, mapas de transmisión y medidas preventivas coordinadas por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).

Los datos más actuales, correspondientes a la semana 46, indican que los casos de dengue disminuyeron de 110,281 en 2024 a 18,048 en 2025, una diferencia que evidencia la eficacia de la estrategia del Sector Salud. Además, se reforzó la formación del personal médico para atender adecuadamente los casos graves.

Las hospitalizaciones por dengue también mostraron una disminución importante: bajaron un 87%, pasando de 21,663 en 2024 a 9,994 en lo que va de 2025. Los casos probables siguieron una tendencia parecida, con una reducción del 76.7%, de 558,846 a 129,909 en el mismo periodo.

Esta baja se produjo pese a un escenario desafiante. En octubre, cinco estados —Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro— sufrieron inundaciones que incrementaban el riesgo de proliferación del mosquito transmisor.

No obstante, las instituciones del Sector Salud actuaron de inmediato, enviando brigadas para brindar atención, aplicar vacunas, fomentar medidas de higiene y ejecutar acciones intensivas de control del vector.

Las labores incluyeron limpieza de calles, retiro de escombros y basura, así como el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica en todas las áreas afectadas.

Según la Secretaría de Salud, estas acciones forman parte de una estrategia de preparación frente a desastres naturales para disminuir el riesgo de enfermedades transmitidas por vectores y otras infecciones durante emergencias.

La participación de la ciudadanía también ha sido clave para mantener los espacios libres de criaderos de mosquitos.

Gracias a la coordinación entre autoridades y comunidades, el país ha logrado reducir de manera significativa el riesgo sanitario derivado de fenómenos meteorológicos extremos, con la prioridad puesta en la prevención del dengue y la protección de la salud pública.

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