Especialistas en dermatología subrayan la importancia de realizar autoexámenes frecuentes de la piel y acudir al médico de forma periódica como estrategias esenciales para la prevención del cáncer de piel.
Detectar a tiempo cambios en la piel —como lunares que modifican su forma, tamaño o color— es fundamental para mejorar el pronóstico y aumentar las posibilidades de éxito en el tratamiento.
Durante el Mes de Concientización sobre el Cáncer de Piel, expertos de diversas instituciones advierten que la exposición prolongada al sol sigue siendo uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo del melanoma. Por ello, el uso diario de protector solar y la adopción de hábitos saludables de protección solar son medidas clave.
Grupos de riesgo y aspectos importantes a considerar
Las personas con antecedentes personales o familiares de melanoma, piel muy clara, ojos claros o numerosos lunares deben estar especialmente atentas a cualquier cambio cutáneo. La dermatóloga María José Pelli, formada en la Universidad de Buenos Aires, recomienda una revisión médica anual, sobre todo para quienes integran estos grupos de riesgo.
El doctor Andrés Politi, también dermatólogo y docente, señala que haber tenido un melanoma previo representa el mayor factor de riesgo para desarrollar otro. Además, las quemaduras solares durante la infancia, la exposición intensa a los rayos UV y el uso de camas solares antes de los 35 años aumentan significativamente el riesgo, hasta en un 75%.
Otros factores de riesgo incluyen tener más de 100 lunares o padecer enfermedades genéticas como el síndrome del nevo displásico. De acuerdo con investigaciones recientes mencionadas por el doctor Jesse M. Lewin, haber sufrido cinco o más quemaduras solares puede duplicar el riesgo de padecer melanoma.
Avances tecnológicos en la detección precoz
La tecnología ha avanzado significativamente en la lucha contra el melanoma. Herramientas como el sistema FotoFinder, disponible en centros especializados como CEMEDYT, permiten realizar un mapeo digital completo del cuerpo con imágenes de alta resolución, que pueden ser analizadas mediante inteligencia artificial.
La doctora Pelli resalta que esta técnica, conocida como dermatoscopía digital total, permite aumentar la imagen hasta 400 veces, facilitando la detección de lesiones sospechosas que podrían pasar desapercibidas a simple vista. Aun así, aclara que este recurso complementa pero no reemplaza la evaluación médica presencial.
Por su parte, el doctor Politi destaca que el FotoFinder es especialmente útil en personas con muchas lesiones en la piel o con condiciones hereditarias como el síndrome del nevo atípico, ya que permite hacer un seguimiento preciso de cualquier cambio mínimo en los lunares con el paso del tiempo.
Autoexploración y la regla ABCDE
Los especialistas recomiendan aplicar la regla ABCDE como guía sencilla para identificar lunares sospechosos: Asimetría, Bordes irregulares, Color no uniforme, Diámetro superior a 6 mm y Evolución en el tiempo. Ante cualquiera de estos signos o síntomas como picor, sangrado o dolor, se debe acudir al dermatólogo sin demora.
Realizar un autoexamen mensual y acudir al dermatólogo al menos una vez al año son acciones simples que pueden marcar la diferencia. El doctor Sergio Quildrian, del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, enfatiza que detectar lesiones cutáneas menores a un milímetro en etapas tempranas puede ser crucial para mejorar el pronóstico.
Evitar el uso de camas solares, protegerse adecuadamente del sol y observar regularmente la piel son prácticas esenciales para reducir el riesgo de melanoma. La prevención y el diagnóstico precoz continúan siendo las herramientas más eficaces para combatir este tipo de cáncer de piel.