Las personas con cáncer son especialmente vulnerables a sufrir infecciones graves por COVID-19, pero según un estudio reciente, las dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 pueden resultarles vitales.
Los investigadores, reportados en JAMA Oncology, encontraron que las dosis de refuerzo redujeron en un 29% las hospitalizaciones y estancias en la unidad de cuidados intensivos (UCI) entre pacientes oncológicos.
En términos generales, por cada 150 a 166 pacientes con cáncer que recibieron un refuerzo, se evitó una hospitalización o ingreso a la UCI.
Jan Figueiredo, director de investigación de población y salud comunitaria en el Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles y autor principal del estudio, destacó que esta reducción en hospitalizaciones es significativa y que la cantidad de pacientes que deben vacunarse para observar un beneficio es bastante baja.
Figueiredo añadió que estos hallazgos representan una gran ventaja para los pacientes con cáncer y deberían motivarlos a conversar sobre la vacunación con sus médicos. Explicó que, debido a que sus sistemas inmunológicos pueden estar debilitados por la enfermedad y los tratamientos, las principales organizaciones de salud recomiendan que estos pacientes reciban la vacuna contra el COVID-19.
El estudio analizó datos de más de 161,000 pacientes con cáncer tratados en 2022 y 2023 en instituciones como Cedars-Sinai, Kaiser Permanente Northern California, Northwell Health en Nueva York y la Administración de Salud de los Veteranos.
Sin embargo, Figueiredo señaló que la tasa de pacientes con cáncer que recibieron refuerzos fue relativamente baja: para enero de 2022, el 68% había recibido al menos un refuerzo y solo el 38% había recibido refuerzos adicionales dirigidos a varias cepas del virus.
No está claro si esto se debe a dudas sobre la seguridad o a la incertidumbre médica sobre administrar vacunas durante el tratamiento oncológico, comentó Figueiredo. Lo que sí está claro es la necesidad de promover con firmeza la vacunación en grupos vulnerables, como los pacientes con cáncer.
Este es el estudio más grande realizado hasta ahora que evalúa la efectividad de las vacunas y refuerzos contra COVID-19 en pacientes oncológicos, agregó.
Además, Figueiredo explicó que seguirán realizando investigaciones conforme evolucionen las vacunas y surjan nuevas variantes, con el objetivo de ofrecer recomendaciones que protejan mejor a estos pacientes.
La próxima fase de investigación examinará la efectividad de la vacuna en otros grupos vulnerables, como personas con enfermedades autoinmunes o trasplantadas, ya que sus sistemas inmunológicos también están comprometidos de diferentes maneras, lo que permitirá ampliar el conocimiento sobre cómo funcionan estas vacunas, concluyó Figueiredo.