Según un estudio reciente, todas las escuelas de Estados Unidos deberían estar preparadas para enfrentar tres tipos comunes de emergencias de salud.
Las principales razones por las que los equipos de emergencia médica (EMS, por sus siglas en inglés) son llamados a las escuelas incluyen incidentes relacionados con el cerebro —como convulsiones, trastornos psiquiátricos y consumo de sustancias— y lesiones traumáticas, de acuerdo con un informe publicado en la revista Pediatrics.
Estos tres tipos de urgencias médicas representan aproximadamente el 50 % de las intervenciones de EMS en centros escolares, indicaron los autores del estudio.
“Aunque muchas escuelas ya han tomado medidas para estar listas ante emergencias, todavía hay margen para mejorar”, afirmó el doctor Michael Harries, investigador principal y especialista en medicina de urgencias pediátricas del Hospital Infantil Ann y Robert H. Lurie, en Chicago.
Harries destacó la importancia de que el personal escolar reciba capacitación específica para responder a este tipo de situaciones, ya que la rapidez con la que se actúe puede marcar la diferencia. Además, señaló que ciertos medicamentos deben estar disponibles en las escuelas, como benzodiacepinas para tratar convulsiones, epinefrina para reacciones alérgicas graves y albuterol para casos de asma.
En el análisis de más de 506,500 intervenciones de EMS entre 2018 y 2022, que involucraron a estudiantes de entre 5 y 17 años, se encontró que los problemas neurológicos —principalmente convulsiones— representaron el 19 % de los llamados. Las emergencias relacionadas con salud mental o consumo de sustancias abarcaron cerca del 17 %, y los traumatismos físicos por accidentes, un 15 %.
Los estudiantes de primaria fueron los que con mayor frecuencia necesitaron atención por lesiones físicas (17 %), mientras que los adolescentes registraron una mayor necesidad de asistencia por temas de salud mental o consumo de sustancias (18 %).
“En el contexto actual de crisis de salud mental entre los jóvenes, no nos sorprendió que los trastornos psiquiátricos y el uso de sustancias estén entre las emergencias más comunes en las escuelas”, comentó el doctor Sriram Ramgopal, autor principal del estudio y especialista en emergencias pediátricas en el Hospital Lurie.
Ramgopal enfatizó la urgencia de que las escuelas tomen un enfoque preventivo frente a las necesidades de salud mental de los estudiantes, especialmente los adolescentes. Entre las posibles medidas se incluyen establecer vínculos con servicios locales de salud mental y capacitar mejor al personal escolar para responder adecuadamente ante una crisis emocional.
En general, el 69 % de las intervenciones de EMS terminaron con el traslado del estudiante afectado a un hospital, según los datos del estudio.
En un editorial que acompaña la publicación, expertos resaltaron que las escuelas deben tener planes bien definidos para actuar ante estas emergencias.
“La coordinación entre las escuelas, los servicios de emergencias y los pediatras locales es clave para asegurar el acceso a medicamentos vitales, como la epinefrina, y para contar con protocolos clínicos bien establecidos, lo que también permite un uso más eficiente de los recursos médicos de emergencia a nivel comunitario”, escribieron la doctora Kathleen Adelgais y sus colegas. Adelgais es profesora de medicina de emergencias pediátricas en la Universidad de Colorado.
El editorial concluye que el verano, antes del inicio del ciclo escolar, es un momento ideal para llevar a cabo este tipo de planificación conjunta.