Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que los efectos negativos del jugo en la salud bucal de los niños podrían ser temporales, gracias a la acción protectora de la saliva. Esta crea una capa resbaladiza que protege dientes y encías de las bacterias y ayuda a reparar los primeros daños en el esmalte dental.
Beber jugo de manzana interrumpe momentáneamente esta protección, pero el efecto desaparece en unos 10 minutos, según lo publicado el 3 de septiembre en la revista PLOS One. Curiosamente, los investigadores descubrieron que el agua provoca una alteración inicial aún mayor en la saliva, aunque la recuperación es mucho más rápida.
Mahdi Mutahar, profesor de odontología en la Universidad de Portsmouth, comentó que estos hallazgos contradicen la creencia de que las bebidas ácidas dañan de inmediato los dientes. “La saliva desempeña un papel crucial en proteger y reparar la boca, evitando daños duraderos”, afirmó.
No obstante, los investigadores advierten que la exposición prolongada al jugo —como beberlo repetidamente o no enjuagarse la boca después— sí puede afectar la higiene bucal a largo plazo.
En el estudio, 32 estudiantes y miembros del personal enjuagaron su boca durante un minuto con jugo de manzana y luego con agua del grifo. Se midió la lubricación y protección de la saliva antes y después de cada bebida. Los resultados mostraron que aunque algunas proteínas se ven afectadas por el jugo, las mucinas, que lubrican y protegen la boca, permanecen estables y restablecen la función protectora poco después.
Sorprendentemente, el enjuague con agua del grifo generó más fricción y alteración que el jugo, debido a los minerales presentes en el agua de Portsmouth, como sodio, potasio y magnesio, que interfieren con las mucinas.
Los investigadores concluyeron que beber jugo de frutas ocasionalmente no sería perjudicial de inmediato, pero consumirlo continuamente podría sobrepasar la capacidad de defensa natural de la saliva. Mutahar lo comparó con una herida en la piel: “Pequeños daños se reparan, pero si se siguen reabriendo, se convierte en un problema”.
Se recomienda a niños y adultos que tomen jugo de frutas:
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Beberlo rápidamente en lugar de sorbos prolongados.
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Enjuagarse la boca con agua inmediatamente después.
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Usar pajilla para reducir el contacto del jugo con los dientes.
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Dar tiempo a la boca para recuperarse entre consumos.
El equipo ahora investiga los efectos de beber jugo varias veces al día y si añadir proteínas protectoras como mucinas a las bebidas podría ayudar a cuidar dientes y encías.