Lucy Mulloor se despertó una mañana y descubrió que no podía llamar a sus dos hijas, que estaban ocupadas en la cocina, y que no podía mover el lado derecho de su cuerpo. Solo pudo llamar su atención al caer al suelo mientras intentaba levantarse de la cama. La madre soltera de 45 años había sufrido un derrame cerebral masivo durante la noche y pasaría los siguientes cinco meses en recuperación en el hospital.
"Enterarme de que había sufrido un accidente cerebrovascular fue un shock total", comentó Mulloor en un comunicado de prensa. "En ese momento, solía hacer excursiones, yoga y zumba regularmente, y mis niveles de presión arterial y azúcar en sangre eran saludables."
Ahora, Mulloor vive con afasia, una condición que afecta su capacidad para formar palabras y frases de manera coherente. Sin embargo, ha recibido ayuda a través de un nuevo enfoque terapéutico que utiliza potentes campos magnéticos para estimular las células nerviosas en el cerebro.
Este tratamiento, conocido como estimulación magnética transcraneal (EMT), ha demostrado mejorar la recuperación de la afasia posterior a un accidente cerebrovascular cuando se combina con una terapia intensiva del habla, según una investigación reciente.
"Estamos muy emocionados con los resultados prometedores de esta terapia no invasiva como complemento a la terapia del habla para ayudar a las personas a recuperar las palabras y comunicarse de forma efectiva tras un ACV", comentó el investigador principal, el Dr. Sean Dukelow, profesor de neurociencia clínica en la Facultad de Medicina Cumming de la Universidad de Calgary en Alberta, Canadá.
Mulloor fue una de las 44 personas con afasia post-accidente cerebrovascular reclutadas para un ensayo clínico a pequeña escala. Todos los participantes recibieron dos semanas de terapia intensiva del habla, y la mitad también recibió terapia con TMS. El resto pensó que recibían TMS, pero en realidad la máquina no estaba estimulando activamente sus cerebros.
Después de la estimulación, todos los pacientes participaron en más de tres horas de ejercicios repetitivos diseñados para continuar con su terapia del habla. Todos los pacientes mostraron alguna mejora en el habla, pero las ganancias fueron más significativas entre los que recibieron estimulación magnética, según los resultados del estudio.
"Basándome en lo bien que alguien estaba completando los ejercicios, pensaba, ‘vaya, ellos recibieron la estimulación’, pero como el estudio era doble ciego, no lo sabíamos", comentó Shannan Love, patóloga del habla que trabajó con los pacientes. "En general, vimos a muchas personas obtener mejoras funcionales, lo cual fue increíble de ver. Creo que los resultados son muy prometedores para las personas que sufren de afasia después de un accidente cerebrovascular."
Mulloor se unió al estudio tres años después de su accidente cerebrovascular y experimentó una mejora significativa en su capacidad para recordar palabras y hablar con confianza gracias a la terapia. Los investigadores confirmaron que ella formaba parte del grupo que recibió tratamiento con TMS.
"Es realmente increíble ver cómo el cerebro puede reconectarse mucho tiempo después de un ACV", destacó el investigador principal, Trevor Low, estudiante de medicina en la Universidad de Calgary. "Muchos de nuestros participantes sufrieron un accidente cerebrovascular hace varios años."
Los investigadores concluyeron que estos hallazgos deben replicarse en estudios de seguimiento con un mayor número de pacientes.