En ocasiones, obtener medicamentos GLP-1 como Wegovy y Zepbound puede resultar complicado debido a la enorme demanda que tienen estos tratamientos para bajar de peso.
Sin embargo, saltarse una dosis ocasional no significa un retroceso en los logros obtenidos con la pérdida de peso, siempre y cuando se mantengan hábitos de vida saludables como una alimentación adecuada y actividad física, según un estudio reciente.
Los investigadores, que presentaron estos resultados en la reunión anual de la Sociedad Endocrina en San Francisco, explicaron que quienes utilizan fármacos GLP-1 pueden seguir manteniendo el peso perdido, incluso cuando enfrentan interrupciones en el tratamiento, si complementan el uso del medicamento con buenos hábitos y apoyo conductual.
“A pesar de lo frustrante que puede ser el acceso irregular a estos medicamentos, nuestro estudio demuestra que todavía es posible lograr una pérdida de peso efectiva si se acompaña con cambios en el estilo de vida y asesoramiento adecuado”, explicó Kaelen Medeiros, autora principal del estudio y directora de investigación en Calibrate, una empresa privada especializada en programas de pérdida de peso en Nueva York.
Los medicamentos GLP-1 actúan imitando una hormona natural que regula la insulina, disminuye el apetito y retrasa la digestión, lo que ayuda a controlar el peso. Debido a su efectividad, su demanda ha aumentado enormemente, provocando escasez y, en muchos casos, restricciones impuestas por aseguradoras por su alto costo.
“Muchos pacientes que usan semaglutida (Ozempic/Wegovy) o tirzepatida (Zepbound) enfrentan dificultades frecuentes para conseguir sus medicamentos, ya sea por falta de suministro o por trabas en la cobertura del seguro”, añadió Medeiros.
El estudio analizó los datos de casi 6,400 personas que tomaron un medicamento GLP-1 durante al menos un mes y participaron por un año o más en un programa integral contra la obesidad, centrado en la mejora de la alimentación, el ejercicio, el sueño y el bienestar emocional, con apoyo individualizado.
Casi el 73% de los participantes tuvo al menos una interrupción en su tratamiento, y el 11% enfrentó múltiples interrupciones, según los investigadores.
A pesar de ello, quienes enfrentaron dificultades para acceder al medicamento lograron una reducción de peso cercana al 14% en 12 meses y al 15% en 24 meses. Por su parte, aquellos que mantuvieron el tratamiento de manera continua alcanzaron pérdidas de peso mayores: 17% al año y 20% a los dos años.
Incluso los participantes con interrupciones severas, que solo recibieron entre una y cuatro dosis en un año, consiguieron una reducción de peso clínicamente significativa de más del 10% en promedio.
“Dado que la disponibilidad de estos medicamentos suele ser incierta y la cobertura por parte de seguros puede variar, es esencial que los pacientes comprendan cuán valiosos son los cambios en el estilo de vida y el acompañamiento profesional para alcanzar buenos resultados”, subrayó Medeiros.
Aunque estos resultados fueron presentados en una conferencia médica, deben considerarse preliminares hasta que sean publicados en una revista científica con revisión por pares.