La insuficiencia venosa crónica (IVC) es una enfermedad que afecta la capacidad de las venas para transportar la sangre de vuelta al corazón de manera eficiente. Esta condición, que suele presentar síntomas en las piernas, genera dudas respecto a su tratamiento y pronóstico.
¿Se puede vivir muchos años con insuficiencia venosa?
Sí, quienes padecen insuficiencia venosa crónica pueden tener una vida prolongada. Aunque esta enfermedad no suele ser fatal, puede disminuir la calidad de vida debido a molestias como dolor, hinchazón y, en casos avanzados, la aparición de úlceras. Un tratamiento oportuno y adecuado es fundamental para aliviar los síntomas y evitar complicaciones graves.
¿Qué especialista atiende la insuficiencia venosa?
El angiologo o cirujano vascular es el médico encargado del diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia venosa crónica, ya que se especializan en enfermedades del sistema circulatorio. También existen los flebólogos, especialistas enfocados específicamente en el cuidado de las venas.
¿Cómo se manifiestan las piernas con insuficiencia venosa?
Al inicio, pueden aparecer venas varicosas o arañas vasculares visibles. Con el tiempo, la zona afectada puede presentar hinchazón, cambios en el color de la piel, sensación de pesadez, picazón, y en etapas más avanzadas, endurecimiento de la piel o úlceras difíciles de sanar, principalmente alrededor de los tobillos.
¿Puede esta enfermedad afectar al cerebro?
La insuficiencia venosa crónica en las piernas generalmente no impacta directamente el cerebro. Sin embargo, otras condiciones venosas específicas, como la trombosis venosa cerebral o la insuficiencia venosa cerebroespinal crónica, sí pueden afectar la función cerebral.
¿Qué riesgos implica la insuficiencia venosa?
La insuficiencia venosa puede ser peligrosa si no se trata adecuadamente. Las complicaciones graves incluyen la formación de úlceras venosas y un mayor riesgo de trombosis venosa profunda, que puede provocar embolia pulmonar si un coágulo se desprende y viaja a los pulmones, situación que requiere atención médica urgente.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico principal se realiza mediante un ultrasonido Doppler de las piernas, un examen no invasivo que permite visualizar el flujo sanguíneo, detectar válvulas defectuosas y encontrar posibles coágulos o bloqueos.
¿Es necesaria la cirugía?
No todos los pacientes requieren cirugía. Inicialmente, el tratamiento suele ser conservador: medias de compresión, elevación de las piernas, ejercicio y cambios en el estilo de vida. Si la enfermedad avanza o no mejora, existen procedimientos mínimamente invasivos como la ablación láser, la radiofrecuencia o la escleroterapia, y en algunos casos, cirugía para retirar o ligar las venas afectadas.
¿A quién afecta más esta condición?
La insuficiencia venosa crónica es común en una parte considerable de la población, siendo más frecuente en mujeres (hasta un 64 %) que en hombres (alrededor del 37 %). Su prevalencia aumenta con la edad, especialmente después de los 50 o 60 años. Otros factores de riesgo son los antecedentes familiares, el embarazo, la obesidad, permanecer de pie o sentado mucho tiempo, y el consumo de tabaco.