La diabetes es una enfermedad crónica que puede desarrollarse sin mostrar síntomas claros, lo que puede retrasar su detección y tratamiento.
Identificar las señales de alerta es fundamental. Fatiga, sed intensa, necesidad frecuente de orinar y visión borrosa son algunos de los síntomas más habituales en la diabetes tipo 1 y tipo 2.
Aunque los síntomas pueden aparecer de manera súbita o gradual, es importante estar atentos a cualquier cambio en el cuerpo.
La diabetes tipo 1 suele diagnosticarse en niños o jóvenes, mientras que la tipo 2 afecta principalmente a adultos mayores de 45 años, personas con sobrepeso o con antecedentes familiares.
Síntomas comunes de diabetes que no deben pasarse por alto
Los signos de la diabetes varían según el tipo, aunque muchos son similares. Entre los más frecuentes están:
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Sed excesiva y sequedad en la boca
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Orinar con frecuencia
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Hambre constante
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Cansancio persistente
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Visión borrosa
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Heridas que tardan en cicatrizar
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Infecciones recurrentes por hongos
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Piel seca o con comezón
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Cambios de humor o irritabilidad
En el caso de la diabetes tipo 1, que suele aparecer en edades tempranas, también pueden presentarse:
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Pérdida de peso rápida e inexplicada
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Reaparición de enuresis nocturna en niños
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Infecciones vaginales en niñas antes de la pubertad
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Síntomas similares a la gripe como náuseas, vómitos, aliento con olor afrutado, dificultad para respirar o incluso pérdida del conocimiento
Estos últimos signos pueden indicar una complicación grave llamada cetoacidosis diabética (CAD), que es una emergencia médica y requiere atención inmediata.
Por otro lado, la diabetes tipo 2 puede desarrollarse de forma lenta y pasar desapercibida. Muchas veces se detecta durante revisiones médicas rutinarias o al investigar otros problemas, como:
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Infecciones crónicas o heridas que tardan en sanar
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Entumecimiento o hormigueo en manos y pies
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Problemas cardiovasculares
¿Quiénes tienen mayor probabilidad de desarrollar diabetes?
Cualquier persona puede presentar diabetes, pero ciertos grupos tienen más riesgo. Los principales factores son:
Diabetes tipo 1:
Diabetes tipo 2:
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Mayores de 45 años
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Personas con sobrepeso u obesidad
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Estilo de vida sedentario
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Fumadores
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Hipertensión arterial
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Colesterol HDL bajo o triglicéridos elevados
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Historial familiar de diabetes tipo 2
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Pertenencia a ciertos grupos étnicos
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Resistencia a la insulina
Diagnóstico: cómo confirmar la diabetes
Si presentas uno o varios síntomas, lo recomendable es acudir al médico. El especialista revisará tu historial personal y familiar, evaluará tus síntomas y podrá ordenar alguna de las siguientes pruebas:
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A1C: mide el promedio de glucosa en sangre de los últimos 2 a 3 meses, sin necesidad de ayuno.
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Glucosa en ayunas (FPG): requiere ayuno de al menos 8 horas.
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Prueba de tolerancia oral a la glucosa (OGTT): evalúa la respuesta del cuerpo tras consumir una bebida azucarada.
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Glucosa aleatoria en plasma: se puede realizar en cualquier momento del día.
Tratamiento y manejo: claves para convivir con la diabetes
El tratamiento varía según el tipo de diabetes, pero siempre implica seguimiento médico, modificaciones en el estilo de vida y monitoreo constante de la glucosa.
En la diabetes tipo 1, es esencial la administración diaria de insulina, ya que el cuerpo no la produce.
En la diabetes tipo 2, inicialmente se recomienda cambiar hábitos alimenticios y aumentar la actividad física, aunque algunos pacientes requieren medicamentos orales o insulina.
Controlar los niveles de azúcar implica llevar una dieta balanceada, disminuir el consumo de carbohidratos simples, evitar alimentos ultraprocesados y mantener ejercicio regular. El médico diseñará un plan de tratamiento personalizado acorde a cada caso.