Permanecer sentado por períodos prolongados puede causar una reducción en el tamaño del cerebro, incluso si se realiza la cantidad recomendada de ejercicio.
Un reciente estudio encontró que las personas que pasan muchas horas sentadas tienen mayor probabilidad de sufrir deterioro cognitivo y degeneración cerebral, aun cumpliendo con los 150 minutos semanales de actividad física moderada recomendada.
Los investigadores señalan que estos resultados indican que el sedentarismo es un factor de riesgo independiente para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
El estudio incluyó a más de 400 adultos mayores de 50 años, quienes usaron dispositivos para monitorear su actividad durante una semana. Durante siete años, los participantes realizaron pruebas neuropsicológicas y se les hicieron escáneres cerebrales. Los datos mostraron que quienes tenían un estilo de vida más sedentario presentaron un encogimiento cerebral más acelerado y peor rendimiento en pruebas de memoria y procesamiento cognitivo.
Estos efectos se observaron a pesar de que el 87% de los participantes cumplía con las recomendaciones de actividad física de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La investigadora principal concluyó que “disminuir el tiempo que pasamos sentados podría ser una estrategia eficaz para prevenir la neurodegeneración y el deterioro cognitivo asociado”.