¿Es verdad que el chicle daña el estómago?
Desde que el chicle comenzó a promocionarse como un producto “funcional”, han surgido numerosos mitos sobre sus posibles beneficios y daños. No obstante, la evidencia científica muestra una realidad mucho más equilibrada. A continuación se aclaran las ideas equivocadas más comunes para ayudarte a tomar decisiones informadas.
“Tragar chicle es peligroso”
Aunque es uno de los mitos más conocidos, no es cierto que la goma de mascar permanezca años en el estómago. La base del chicle no se digiere, pero el organismo la elimina de manera natural, igual que otras sustancias no digeribles. Solo podría causar problemas si se ingiere en grandes cantidades o de manera repetitiva en poco tiempo.
“El chicle provoca caries”
Depende del tipo de chicle. Los que contienen azúcar sí pueden favorecer la aparición de caries si se consumen con frecuencia. En cambio, los chicles sin azúcar —especialmente los que incluyen xilitol— ayudan a disminuir bacterias en la boca y aumentan la producción de saliva, lo que protege los dientes.
“Masticar chicle adelgaza”
Aunque puede disminuir la ansiedad por comer y ayudar a controlar antojos, no es un método efectivo para bajar de peso. El aumento en el gasto de calorías es muy pequeño, por lo que no reemplaza una alimentación adecuada ni la actividad física.
“Masticar chicle daña el estómago”
No existe evidencia de que el chicle afecte negativamente al sistema digestivo. Sin embargo, masticarlo en exceso puede hacer que se trague aire (aerofagia), provocando gases o inflamación abdominal en personas susceptibles.
“Masticar chicle puede reemplazar el cepillado”
Los chicles sin azúcar pueden refrescar el aliento y estimular la saliva, pero no sustituyen el cepillado dental. No eliminan la placa ni los restos de comida de manera profunda; su efecto es solo temporal.
“El chicle causa dolor de mandíbula”
Masticar durante mucho tiempo puede cansar la articulación temporomandibular, especialmente en personas con bruxismo o molestias previas. No obstante, para la mayoría de las personas, usarlo con moderación no representa un problema.
“El chicle aumenta la ansiedad”
En realidad, algunos estudios indican que masticarlo puede ayudar a aliviar tensión y mejorar la atención. Aun así, no debe considerarse un tratamiento para el estrés, sino únicamente un apoyo momentáneo.
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