El humo proveniente de incendios forestales podría incrementar el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca, según indica una investigación reciente.
El estudio, publicado en el Journal of the American College of Cardiology, reveló que por cada aumento de 1 microgramo por metro cúbico en la exposición a partículas contaminantes derivadas del humo, el riesgo de insuficiencia cardíaca aumentaba en un 1.4 %. Aunque esta cifra puede parecer pequeña, los investigadores señalan que esto podría traducirse en más de 20,000 casos adicionales de insuficiencia cardíaca al año entre adultos mayores en EE. UU.
"La cantidad de humo que una persona respira puede incrementarse de forma leve con el tiempo, pero ese pequeño cambio puede tener un gran impacto en la salud del corazón, sobre todo en personas vulnerables", explicó la investigadora principal, Hua Hao, de la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory. Añadió que incluso un riesgo individual bajo puede generar un gran efecto a nivel poblacional.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA), los estándares nacionales establecen que el nivel anual promedio de partículas finas no debe superar los 9 microgramos por metro cúbico. Sin embargo, durante la temporada de incendios de 2020 en Oregón, este valor subió drásticamente de 7.7 a 63.5 microgramos por metro cúbico, según datos de los CDC.
Para este nuevo estudio, los investigadores analizaron la salud de aproximadamente 22 millones de beneficiarios de Medicare entre 2007 y 2018, observando que a medida que la contaminación por humo aumentaba en un periodo de dos años, también lo hacía el riesgo de insuficiencia cardíaca.
Hao señaló que el vínculo entre el humo y la insuficiencia cardíaca fue especialmente fuerte en mujeres, personas afiliadas a Medicaid y aquellas que viven en comunidades de bajos ingresos, lo que sugiere una mayor vulnerabilidad en estos grupos.
Las partículas finas, conocidas como PM2.5, son diminutos fragmentos que resultan de la combustión y tienen un diámetro menor a 2.5 micrómetros—mucho más delgado que un cabello humano, que mide unos 70 micrómetros. Estas partículas pueden penetrar profundamente en los pulmones y llegar al torrente sanguíneo, representando serios riesgos para la salud.
Además, el estudio halló que el humo de incendios forestales podría ser más dañino que otros tipos de contaminación por partículas, como la generada por vehículos o plantas de energía, las cuales solo incrementaron el riesgo de insuficiencia cardíaca en un 0.5 %.
Según Joan Casey, profesora de epidemiología en la Universidad de Washington, se proyecta que hacia finales de siglo, si continúan las altas emisiones de gases de efecto invernadero, el 74 % del planeta enfrentará temporadas de incendios más largas y frecuentes. Esto ya es evidente en EE. UU., donde los días con humo forestal han pasado de ser raros a convertirse en eventos frecuentes.
El Dr. Harlan Krumholz, editor en jefe de la revista que publicó el estudio, advirtió que estos hallazgos destacan una amenaza creciente para la salud cardiovascular. Subrayó la necesidad urgente de implementar políticas ambientales más fuertes y reforzar la preparación del sistema de salud ante el aumento de estos episodios de contaminación.