Un estudio reciente sugiere que el consumo de azúcar y edulcorantes artificiales podría elevar el riesgo de pubertad precoz en los niños.
Investigadores presentaron el domingo en la reunión anual de la Sociedad Endocrina en San Francisco que el azúcar, el aspartamo (Equal), la sucralosa (Splenda) y la glicirricina (extracto de raíz de regaliz) están significativamente asociados con un mayor riesgo de pubertad temprana, especialmente en niños con predisposición genética.
Además, encontraron que mientras mayor es la cantidad de estos edulcorantes consumidos por los niños, mayor es la probabilidad de desarrollar pubertad precoz.
"Este estudio es uno de los primeros en vincular los hábitos alimenticios actuales, específicamente la ingesta de edulcorantes, con factores genéticos y el inicio anticipado de la pubertad en una amplia muestra del mundo real", afirmó el Dr. Yang-Ching Chen, profesor de medicina familiar del Hospital Municipal Wan Fang y de la Universidad Médica de Taipei, en Taiwán.
Investigaciones previas de Chen mostraron que ciertos edulcorantes pueden afectar directamente las hormonas y la microbiota intestinal relacionadas con la pubertad precoz.
Por ejemplo, el acesulfamo de potasio (Ace-K), un edulcorante artificial, induce la liberación de hormonas relacionadas con la pubertad, mientras que la glicirricina altera el equilibrio de bacterias intestinales y afecta genes vinculados a la pubertad.
"Esto indica que la alimentación y bebidas que consumen los niños, especialmente productos con edulcorantes, pueden tener un impacto profundo en su desarrollo", comentó Chen.
En este nuevo análisis, los científicos examinaron datos de más de 1,400 adolescentes taiwaneses, entre los cuales 481 presentaron pubertad precoz central.
La pubertad generalmente comienza entre los 8 y 13 años en niñas, y entre los 9 y 14 en niños, según la Clínica Cleveland.
La pubertad precoz central se produce cuando el cerebro libera prematuramente la hormona liberadora de gonadotropina, estimulando los testículos u ovarios a producir hormonas sexuales antes de tiempo.
Aunque los niños con pubertad precoz pueden crecer rápidamente al principio, suelen detener su crecimiento antes de lo esperado, resultando en una estatura final menor al promedio. A largo plazo, también pueden presentar mayor riesgo de enfermedades cardíacas, ciertos cánceres y diabetes tipo 2.
Para evaluar el consumo de edulcorantes, los investigadores usaron cuestionarios y análisis de orina, además de medir la predisposición genética mediante un panel de 19 genes asociados con pubertad precoz central.
Encontraron que distintos edulcorantes afectan de manera diferente a niños y niñas: la sucralosa incrementa el riesgo en niños, mientras que la glicirricina, la sucralosa y los azúcares añadidos lo hacen en niñas.
Estos resultados destacan "las diferencias de género en cómo los edulcorantes impactan a niños y niñas, lo que amplía nuestra comprensión sobre riesgos de salud personalizados", indicó Chen.
"Estos hallazgos son importantes para familias, pediatras y autoridades sanitarias", añadió. "Sugieren que identificar el riesgo genético y moderar el consumo de edulcorantes podría prevenir la pubertad precoz y sus efectos a largo plazo, lo que podría derivar en nuevas recomendaciones dietéticas y herramientas de evaluación para apoyar un desarrollo saludable."
No obstante, al tratarse de un estudio observacional, no se pudo establecer una relación causal directa entre los edulcorantes y la pubertad precoz.
Por último, recordaron que los resultados presentados en congresos médicos deben considerarse preliminares hasta su publicación en revistas científicas revisadas por pares.