Día de la salud mental: cómo la escasez genera ansiedad económica

La incapacidad de cubrir emergencias económicas sin recursos genera más estrés financiero que el endeudamiento, según estudios recientes sobre la relación entre finanzas y salud mental.
Experimentar estrés financiero es común en México, y aunque tradicionalmente se culpa a las deudas, diversos estudios muestran que la falta de dinero disponible para cubrir necesidades básicas puede provocar ansiedad más intensa.
Un estudio publicado en la revista Suma Psicológica analizó cómo las actitudes hacia el endeudamiento influyen en la percepción de estrés. Los adultos con actitudes austeras frente a la deuda —quienes evitan compromisos financieros y priorizan el control— tienden a experimentar niveles más altos de estrés financiero, debido a la preocupación constante por la seguridad económica y la vulnerabilidad ante imprevistos.
Por el contrario, quienes adoptan una postura más hedonista o impulsiva hacia el crédito muestran menos estrés inmediato, ya que la normalización del endeudamiento genera una falsa sensación de control, aunque las consecuencias puedan aparecer en el futuro.
El sesgo de acción y la sensación de control
La especialista Erika Villavicencio-Ayub, investigadora de la UNAM, explica que cubrir una necesidad mediante un crédito activa el llamado sesgo de acción, un mecanismo cognitivo que proporciona sensación de eficiencia y control frente a la incertidumbre económica.“Internamente, cognitivamente, estoy cambiando la carga emocional, de sentirme paralizado por no poder cubrir mis necesidades, a un problema que puedo gestionar”, señala la especialista.
Este efecto reduce la ansiedad inmediata, aunque el riesgo de endeudamiento persista, al transformar la amenaza en algo administrativamente manejable y postergado en el tiempo.
La austeridad y el estrés financiero
El estudio destaca que las actitudes austeras hacia el endeudamiento se relacionan directamente con el estrés financiero. Quienes controlan estrictamente sus gastos sienten mayor presión ante la falta de recursos, mientras que quienes permiten compras a crédito experimentan un alivio temporal al percibir que tienen control sobre sus necesidades inmediatas.
Según Villavicencio-Ayub, la clave está en identificar cuándo un endeudamiento controlado puede ser útil para objetivos importantes, como adquirir una vivienda, viajar o crear un patrimonio, evitando que la ansiedad económica se vuelva crónica.
Estrategias para manejar el estrés financiero
El manejo del estrés financiero implica planificar pagos, priorizar obligaciones y comprender los sesgos cognitivos que afectan nuestra percepción de riesgo. La investigación indica que el estrés agudo se genera por amenazas inmediatas como no tener para comer o pagar renta, mientras que las amenazas postergadas, como la deuda a largo plazo, pueden gestionarse con organización y planificación.
“Redefinir la ansiedad por escasez en ansiedad por gestión de obligaciones permite transformar la percepción del estrés financiero y mantener la salud mental”, concluye la especialista.
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