El intenso frío continúa afectando a gran parte de Argentina, aunque se espera que la ola comience a ceder mañana. Esta mañana, a las 9, se registraron temperaturas extremadamente bajas: -4,4 °C en Ciudad Jardín, en el oeste del conurbano bonaerense, y -12 °C en Maquinchao, provincia de Río Negro.
Actualmente, 23 de las 24 provincias del país se encuentran bajo distintos niveles de alerta por bajas temperaturas, según reportes del Servicio Meteorológico Nacional.
Además de generar incomodidad, el frío extremo puede dificultar las actividades diarias y representar un riesgo para la salud. El cuerpo humano necesita mantener una temperatura interna de 37 °C para funcionar correctamente. Cuando esta desciende por debajo de los 35 °C, se activa un estado de emergencia.
Las bajas temperaturas obligan al cuerpo a gastar energía extra para conservar el calor. Aunque el aire frío afecta a todos, ciertos grupos corren más peligro: los bebés, los adultos mayores, personas sin vivienda, con enfermedades crónicas o que toman determinados medicamentos.
Las consecuencias del frío no se limitan al malestar. Pueden incluir escalofríos, desorientación, pérdida de memoria y, en los casos más graves, fallo de órganos vitales como el corazón y los riñones.
La médica Karin Kopitovski, presidenta de la Federación Argentina de Medicina Familiar y General, señaló a Infobae que ante una ola de frío como esta es necesario adoptar medidas tanto personales como colectivas. “Es fundamental que municipios y organizaciones acompañen a los sectores más vulnerables frente a estas condiciones extremas”, destacó.
Respecto a cuánto frío puede tolerar el cuerpo humano, la Clínica Cleveland (EE.UU.) explica que la hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal cae por debajo de los 35 °C. Sus síntomas pueden ser leves al principio, pero se agravan conforme la temperatura desciende.
El médico Ramiro Heredia, especialista del Hospital de Clínicas José de San Martín de la UBA, advirtió que la hipotermia debe considerarse una urgencia médica. En estos casos, la piel puede tornarse pálida o azulada, los reflejos se enlentecen y tanto el ritmo cardíaco como la respiración disminuyen. Si la temperatura corporal cae por debajo de los 28 °C, el riesgo de muerte es inminente y se requiere atención médica inmediata.