Dengue: señales de alarma, prevención eficaz y diagnóstico oportuno

El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, que sigue representando un peligro importante en regiones tropicales y subtropicales, con millones de casos reportados cada año en América Latina, Asia y África.

Aunque sus síntomas iniciales suelen ser leves, la enfermedad puede evolucionar rápidamente hacia formas graves si no se diagnostica y trata a tiempo.

Los primeros signos del dengue suelen manifestarse entre 4 y 10 días después de la picadura de un mosquito infectado. Los síntomas comunes incluyen fiebre alta, dolor fuerte de cabeza, malestar muscular y articular, náuseas, erupciones cutáneas y dolor en los ojos.

Es fundamental identificar las señales de alerta que pueden indicar complicaciones, tales como sangrado en la nariz o encías, vómitos persistentes, dolor abdominal intenso y dificultad para respirar, ya que estos casos requieren atención médica inmediata.

El dengue afecta a millones de personas cada año y puede ser mortal si no se atiende adecuadamente. Por ello, es importante conocer sus síntomas, tomar medidas para evitar la infección y actuar rápido ante cualquier signo preocupante.

Actualmente, no hay un tratamiento antiviral específico para el dengue; el manejo se centra en aliviar los síntomas con medicamentos como el paracetamol y mantener una buena hidratación. Se deben evitar fármacos como ibuprofeno, aspirina o naproxeno, pues pueden incrementar el riesgo de sangrado interno.

La prevención sigue siendo la mejor forma de combatir el dengue. Para disminuir el riesgo de contagio, se aconseja:

• Usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, especialmente en zonas con alta presencia de mosquitos.

• Aplicar repelentes que contengan ingredientes como DEET o permetrina.

• Eliminar los criaderos de mosquitos, evitando agua estancada en recipientes, neumáticos, macetas o bebederos de animales.

• Colocar mosquiteros y mallas en puertas y ventanas para impedir la entrada de insectos en los hogares.

Además, un diagnóstico temprano es clave para evitar complicaciones graves. Ante la aparición de fiebre alta en áreas donde el dengue es común, se recomienda consultar al médico para realizar análisis de sangre que confirmen la infección, ya que los síntomas pueden confundirse con los del zika, chikunguña o gripe.

Respecto a la vacunación, la única vacuna autorizada es Dengvaxia, indicada únicamente para personas entre 9 y 45 años que hayan tenido dengue previamente. Esta vacuna puede disminuir la gravedad de futuras infecciones, pero su uso en personas sin antecedentes puede aumentar el riesgo de complicaciones.

Aunque el dengue sigue siendo un desafío, con medidas preventivas adecuadas y atención médica oportuna, es posible reducir sus impactos y evitar daños graves a la salud.