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¿Cómo saber si mi dengue es hemorrágico? Síntomas que los distinguen

ENFERMEDADES
Redacción El Tiempo
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Aunque ambos tipos de dengue provienen del mismo virus, sus manifestaciones pueden variar notablemente.

El dengue clásico suele resolverse por sí solo, mientras que el dengue hemorrágico —o dengue grave— puede evolucionar rápidamente y afectar órganos vitales. A continuación se presentan nueve diferencias fundamentales para identificar cada variante y responder oportunamente.

Intensidad de la fiebre En el dengue clásico, la fiebre suele ser muy elevada y permanece por varios días, acompañada de escalofríos y malestar general. En el dengue hemorrágico también aparece fiebre, pero puede alternar con descensos repentinos que marcan el inicio de complicaciones.

Sangrados visibles Es poco común que el dengue clásico genere hemorragias externas. En cambio, el dengue hemorrágico puede causar sangrado nasal, encías que sangran, moretones sin explicación o pequeños puntos rojos en la piel (petequias), señales que requieren atención médica urgente.

Dolor detrás de los ojos Ambas formas pueden generar dolor retroocular, aunque en el dengue clásico suele ser más frecuente e intenso. En el hemorrágico puede empeorar conforme avanza la enfermedad, aunque no siempre es el síntoma más destacado.

Riesgo de deshidratación Con el dengue clásico, la deshidratación se da principalmente por la fiebre y la falta de apetito, y generalmente se controla con líquidos por vía oral. En el dengue hemorrágico, la pérdida de líquidos es más severa debido a la filtración de plasma hacia los tejidos, lo cual afecta la presión arterial.

Alteraciones en la presión arterial El dengue clásico rara vez modifica la presión arterial. En el hemorrágico, la presión puede caer a niveles peligrosos debido a la fuga de líquidos, aumentando el riesgo de shock y necesidad de hospitalización inmediata.

Estado mental y nivel de alerta En el dengue clásico, aunque hay cansancio, la persona se mantiene consciente y orientada. En el dengue hemorrágico pueden surgir confusión, somnolencia marcada o irritabilidad, señales de alerta por posible falta de oxigenación o desbalance de líquidos.

Dolor abdominal intenso En el dengue clásico, el dolor abdominal suele ser leve y ocasional. En el hemorrágico, un dolor abdominal fuerte y persistente es un signo crítico de gravedad, especialmente si se presenta junto con vómitos continuos.

Vómitos frecuentes En el dengue clásico, los vómitos son poco comunes o aparecen de manera aislada. En el hemorrágico, los vómitos repetidos —particularmente si hay sangre— indican una complicación grave que requiere atención inmediata.

Moretones y manchas rojas en la piel En el dengue clásico pueden aparecer manchas leves sin sangrado. En el dengue hemorrágico, las petequias, moretones y manchas amplias se originan por la caída de plaquetas, siendo un signo determinante para diferenciar ambos cuadros.

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