¿Cómo funciona la nueva resonancia corta para hígado graso?

El Hospital Houston Methodist dio a conocer un nuevo protocolo de resonancia magnética de secuencia corta que podría transformar el diagnóstico de la enfermedad hepática grasa asociada a disfunción metabólica (MASLD) con fibrosis.

Esta técnica, llamada hepatograma MASLD, reduce la duración del estudio a solo 5–10 minutos, una mejora notable respecto a las resonancias tradicionales que toman entre 30 y 40 minutos.

Gracias a esta disminución en el tiempo de exploración, un mayor número de pacientes con riesgo de fibrosis hepática puede recibir una evaluación a tiempo, algo crucial debido a que esta enfermedad suele no presentar síntomas en etapas tempranas.

Según el Dr. David Victor, hepatólogo del Houston Methodist, muchas personas con daño hepático inicial no son atendidas hasta fases avanzadas. “Al hacer el estudio más rápido, simple y accesible, permitimos que más pacientes reciban intervención cuando la enfermedad aún es reversible”, señaló.

Este desarrollo surge poco después de la aprobación de resmetirom (Rezdiffra), el primer fármaco autorizado por la FDA para la esteatohepatitis metabólica con fibrosis (MASH), la variante más severa de MASLD. Aunque más de una cuarta parte de los adultos en EE.UU. tiene hígado graso metabólico, solo alrededor del 4% progresa a MASH con fibrosis, un grupo que frecuentemente desconoce su riesgo.

Un estudio breve con una sola finalidad

A diferencia de una resonancia abdominal completa —que evalúa distintas estructuras y suele usar contraste—, el hepatograma MASLD se enfoca únicamente en determinar cuánta grasa hay en el hígado y cuánta rigidez presenta.

Para ello combina dos técnicas: la medición de grasa por resonancia y la elastografía por resonancia magnética, la cual utiliza ondas mecánicas para evaluar la rigidez del tejido, un indicador directo de fibrosis.

El Dr. Nakul Gupta, radiólogo y codesarrollador del método, explicó que la meta era simplificar el estudio sin perder exactitud. “Lo dejamos solo en las secuencias necesarias para responder una pregunta puntual: ¿este paciente tiene fibrosis hepática esteatósica o no?”, afirmó. El examen no requiere vía intravenosa y, al ser más corto, resulta más tolerable para personas con claustrofobia o con condiciones que impiden completar estudios largos.

Reducir la brecha en detección temprana

La enfermedad hepática grasa afecta a entre un tercio y la mitad de los adultos en el mundo, pero solo una porción desarrolla fibrosis, que puede avanzar hacia cirrosis o insuficiencia hepática. Hasta ahora, la identificación temprana se veía limitada por el costo, la disponibilidad de resonancias completas y el tiempo de estudio.

Este nuevo protocolo podría convertirse en una herramienta útil de tamizaje para personas con resultados anormales en sangre o con factores de riesgo como el síndrome metabólico. El Dr. Victor subraya que una resonancia abreviada puede ser determinante: si la fibrosis se detecta en etapas F2 o F3, aún puede tratarse con medicamentos y cambios en el estilo de vida; en F4, la cirrosis suele ser irreversible.

Una oportunidad para intervenir a tiempo

La llegada del primer tratamiento aprobado para MASH ha incrementado la necesidad de identificar a los pacientes que pueden beneficiarse de una intervención temprana. Por eso, los especialistas del Houston Methodist sugieren que los médicos consideren este estudio en personas con MASLD o con marcadores como un puntaje FIB-4 elevado.

“El propósito es que esta herramienta se utilice de manera más generalizada”, comentó el Dr. Gupta. “No se trata únicamente de nuestros pacientes, sino de ofrecer un modelo más eficiente y accesible para mejorar el diagnóstico de hígado graso con fibrosis”.

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