Beber café podría retrasar el envejecimiento y ayudarte contra enfermedades mentales

El café es mucho más que una bebida para mantenerte despierto; una investigación muestra que tomarlo con moderación puede retrasar el envejecimiento biológico y proteger el ADN, especialmente en personas que viven con trastornos mentales.

Imagina rejuvenecer el equivalente a cinco años a nivel celular simplemente disfrutando tu taza diaria. La ciencia ha encontrado que este hábito cotidiano está ligado a una mejor salud cromosómica y a una mayor longevidad.

Los telómeros —las “capuchas” protectoras en los extremos del ADN, parecidas a las puntas de plástico de las agujetas— parecen ser la clave, pues evitan el desgaste del material genético.

¿Por qué el café puede ralentizar el envejecimiento?

El café actúa como una barrera de defensa gracias a sus compuestos bioactivos y antioxidantes, como el ácido clorogénico. Estos combaten el estrés oxidativo que daña las células con el paso del tiempo, según un estudio publicado en BMJ Journal.

Además, ayudan a controlar la inflamación crónica, uno de los mecanismos que aceleran el envejecimiento, especialmente en personas con enfermedades que reducen la esperanza de vida.

El estudio describe cómo esta bebida contribuye a mantener células más jóvenes:

Reduce la oxidación: Sus antioxidantes neutralizan radicales libres que dañan el ADN y aceleran el deterioro celular.

Activa defensas internas: Regula rutas celulares como la Nrf2, que aumenta la capacidad natural del cuerpo para resistir el daño.

Preserva los telómeros: Quienes beben café tienden a tener telómeros más largos, lo que indica una menor edad biológica en comparación con quienes no lo consumen.

¿En qué ayuda el café a personas con enfermedades mentales?

Las personas con trastornos mentales graves suelen experimentar envejecimiento celular acelerado, lo que se traduce en una menor esperanza de vida. En este contexto, el café aparece como un aliado inesperado, pues se relaciona con telómeros más largos en pacientes psiquiátricos, indicando un posible efecto protector.

Sin embargo, el beneficio tiene un límite: solo se mantiene cuando el consumo es moderado; excederlo hace que el efecto positivo se pierda.

El estudio detalla beneficios importantes en este grupo:

Retraso del daño celular: El consumo moderado ayuda a contrarrestar el desgaste rápido del ADN.

Efecto “rejuvenecedor”: Los pacientes que beben la cantidad adecuada pueden mostrar telómeros equivalentes a cinco años menos de edad biológica que quienes no consumen café.

Mejor regulación interna: Al influir en vías inflamatorias y oxidativas, el café podría disminuir parte del daño asociado al estrés crónico propio de las enfermedades mentales.

¿Cómo consumir café de manera segura?

La ciencia sugiere un punto óptimo: entre tres y cuatro tazas al día. Esa cantidad permite obtener los beneficios antienvejecimiento sin comprometer la salud cardiovascular.

Rebasar ese límite —más de 400 mg de cafeína— puede revertir los efectos positivos y favorecer el estrés oxidativo, acortando los telómeros, advierte la Profeco.

El exceso de cafeína no genera energía real; solo oculta el cansancio al bloquear la adenosina, y puede causar nerviosismo, insomnio o palpitaciones. Por eso es fundamental escuchar las señales del cuerpo.

Además, cada persona metaboliza la cafeína de manera distinta. Quienes padecen ansiedad, insomnio, migrañas o hipertensión deben moderar su consumo o consultar con un profesional de la salud.

Para aprovechar esta bebida de forma segura:

No excedas 400 mg al día: Superar ese límite puede causar irritabilidad, malestar digestivo y problemas cardiovasculares.

Pon atención a tu cuerpo: Si notas ansiedad o dificultad para dormir, disminuye la dosis. Evita el café si estás embarazada o tienes sensibilidad a estimulantes.

Disfrutar tu café en cantidades moderadas puede ser un hábito placentero que, lejos de perjudicarte, podría aportar años de juventud celular, siempre que respetes tus límites y consumas la cantidad adecuada.

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