Así ayuda el sueño a mantener joven tu cerebro, según expertos

Un buen descanso nocturno, tanto en cantidad como en calidad, resulta fundamental para preservar la salud cerebral y disminuir la probabilidad de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, advierten especialistas.

Dormir entre siete y ocho horas cada noche no solo mejora la alerta y el bienestar al día siguiente, sino que también podría ser clave para mantener el cerebro saludable a lo largo del tiempo.

Estudios recientes han mostrado que la calidad del sueño influye directamente en las funciones cognitivas y en la prevención de trastornos como el Alzheimer.

Investigadores de la Universidad de Stanford destacan la importancia de alcanzar el “punto óptimo” del sueño, que no solo implica dormir un número adecuado de horas, sino también pasar por etapas profundas de descanso que favorecen procesos como la eliminación de toxinas cerebrales y la consolidación de la memoria.

El sueño profundo, un aliado para la salud mental

Durante las fases profundas del sueño, el sistema glinfático cerebral se activa para eliminar toxinas y residuos acumulados. Según expertos del Wu Tsai Neuroscience Institute, dormir de lado puede facilitar este mecanismo, lo que contribuiría a prevenir el deterioro cognitivo.

Un estudio publicado en JAMA Neurology advierte que tanto dormir menos de seis horas como exceder las nueve puede afectar negativamente estas funciones cerebrales esenciales. Mantener una rutina de sueño regular, acostándose y levantándose a la misma hora todos los días, es una recomendación clave para optimizar este proceso.

Crear un ambiente adecuado para el descanso

El entorno también es crucial para mejorar la calidad del sueño. Reducir la exposición a pantallas electrónicas, minimizar el ruido y dormir en completa oscuridad son aspectos que favorecen un descanso reparador, permitiendo que el cerebro se recupere del estrés diario.

Además, una investigación de la Universidad de Salzburgo reveló que el cerebro permanece atento a ciertos estímulos auditivos incluso mientras dormimos, reaccionando de manera diferente si los sonidos son conocidos o no. Esto indica un mecanismo de defensa que puede interferir con la profundidad del sueño.

Prevenir el deterioro cognitivo comienza en la cama

Adoptar hábitos de sueño saludables desde edades tempranas puede ser una estrategia eficaz para conservar la salud mental a largo plazo. Establecer buenas rutinas no solo mejora el desempeño diario, sino que también puede retrasar el envejecimiento cerebral y disminuir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Dormir bien no es un lujo, sino una necesidad biológica esencial para mantener la mente ágil, clara y funcional durante más tiempo.