Alerta en Europa: récord de infecciones causadas por agua y alimentos contaminados
Según los últimos informes epidemiológicos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), la Unión Europea ha registrado los niveles más altos de infecciones por Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC) y listeriosis desde que comenzó la vigilancia en 2007.
El ECDC atribuye en parte este aumento al uso de técnicas de diagnóstico de laboratorio más sensibles que las convencionales, lo que permite detectar más casos, incluso en pacientes con síntomas menos específicos.
Estas enfermedades se transmiten principalmente a través de alimentos y agua contaminados, y el incremento en los casos ha generado preocupación sobre la seguridad alimentaria en Europa.
Respecto a los datos de 2023, el ECDC informó de 10,901 casos confirmados de STEC, lo que representa un aumento del 22% comparado con el año anterior.
Durante el mismo periodo, se registraron 2,993 casos de listeriosis y 340 muertes, la cifra más alta reportada hasta ahora.
Las infecciones por Escherichia coli pueden causar el síndrome urémico hemolítico, una enfermedad grave causada por una variante peligrosa de esta bacteria. Según MedlinePlus, esta bacteria se puede transmitir por contacto directo entre personas o al consumir alimentos crudos como productos lácteos o carne.
Por su parte, la listeriosis es menos común pero sumamente peligrosa, causada por la bacteria Listeria monocytogenes.
Esta infección afecta principalmente a personas con sistemas inmunitarios debilitados, mujeres embarazadas, recién nacidos y adultos mayores.
Las complicaciones pueden incluir meningitis —inflamación de las membranas cerebrales— e infecciones en el torrente sanguíneo.
La listeria, que se encuentra habitualmente en el suelo y el agua, puede contaminar diversos alimentos, especialmente lácteos no pasteurizados y carnes mal cocidas.
Además, esta bacteria puede sobrevivir y crecer en temperaturas bajas, incluso en refrigeradores.
En las personas vulnerables, la infección puede volverse invasiva, afectando órganos más allá del sistema digestivo.
Durante el embarazo, la listeriosis puede causar problemas graves como abortos espontáneos, partos prematuros o infecciones graves en el recién nacido.
En adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios comprometidos, la mortalidad por esta infección puede ser elevada.
La toxina Shiga, producida por algunas cepas de Escherichia coli, es un veneno potente que puede dañar la mucosa intestinal, provocando síntomas como fuertes calambres y diarrea.
En casos severos, esta toxina puede ingresar al torrente sanguíneo y causar daños renales.
Entre las complicaciones más graves está el síndrome urémico hemolítico, que puede causar insuficiencia renal, anemia y problemas en la coagulación de la sangre, aumentando el riesgo de hemorragias serias.
Para prevenir estas infecciones, el ECDC recomienda mantener buenas prácticas de higiene en la cocina: lavar y pelar bien frutas y verduras, cocinar adecuadamente las carnes y consumir productos lácteos pasteurizados.
También es importante conservar los alimentos a temperaturas seguras y evitar la contaminación cruzada.
La higiene de manos después de manipular alimentos crudos o tras el contacto con animales es fundamental.
Por último, se aconseja que las personas en grupos de riesgo, como mujeres embarazadas, eviten consumir alimentos con alto riesgo de contaminación por Listeria.
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