La terapia hormonal a corto plazo para la menopausia no dañará el cerebro de las mujeres

Una investigación reciente ha encontrado que cuatro años de terapia de reemplazo hormonal (TRH) para aliviar los síntomas de la menopausia no causan daño al cerebro, incluso a largo plazo.

El estudio, dirigido por Carey Gleason de la Universidad de Wisconsin-Madison, mostró que diez años después de recibir la TRH, las mujeres que habían participado en un tratamiento hormonal temprano no experimentaron disminuciones en el rendimiento cognitivo en comparación con las que tomaron un placebo.

Este hallazgo se desprende de un análisis posterior al Estudio de Prevención Temprana de Estrógeno de Kronos, que evaluó a 275 mujeres que fueron parte de un grupo más grande de 727 participantes. Todas las mujeres en el estudio eran saludables en términos cardiovasculares. Los resultados del estudio, publicados en la revista PLOS Medicine el 21 de noviembre, concluyeron que la TRH no está asociada con beneficios cognitivos ni con prevención del deterioro cognitivo.

A pesar de que la terapia no causó daño cerebral, los investigadores destacaron que no debe considerarse como una forma de mejorar la salud neurológica a medida que las mujeres envejecen. La TRH, que generalmente incluye estrógeno, ha sido utilizada por muchas mujeres para aliviar los síntomas de la menopausia, como los sofocos. Sin embargo, un estudio anterior de la Women's Health Initiative en 2002 había vinculado la TRH a riesgos como coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares y cáncer de mama, lo que llevó a una disminución en su uso.

El estudio también señala que, aunque la TRH no perjudica el cerebro, es necesario seguir investigando sobre sus efectos a largo plazo en la salud cerebral. Gleason y su equipo señalaron que se deben realizar más investigaciones, particularmente sobre otros resultados de salud asociados con la TRH, como el estado de ánimo y posibles vínculos con la enfermedad de Alzheimer.

En resumen, mientras que la TRH no parece tener efectos negativos a largo plazo en el cerebro, no se debe utilizar como un medio para mejorar la salud cognitiva, y se necesita más investigación sobre sus posibles efectos en otros aspectos de la salud a medida que las mujeres envejecen.