Zonas escolares darán seguimiento a programas establecidos
El lado humanista es una de las áreas que más se enfocarán a reforzar en el pres

De cara al arranque del ciclo escolar 2025–2026, que iniciará este lunes, autoridades educativas han señalado que, además de las metas relacionadas con el aprovechamiento académico, el fortalecimiento de los valores humanos y la formación integral del alumnado será una prioridad en las aulas.
David Pérez, supervisor de la zona escolar 401 correspondiente a las escuelas primarias del estado, indicó que este enfoque responde a la necesidad de atender no solo el desarrollo cognitivo de los estudiantes, sino también su crecimiento personal y emocional. Pérez tiene bajo su coordinación ocho instituciones públicas, donde se busca fomentar un ambiente escolar más respetuoso, empático y comprometido con la convivencia armónica.
“Además de que nuestros niños aprendan matemáticas, ciencias o español, debemos enseñarles a ser personas. Es importante retomar lo tradicional, los modales, el respeto, la solidaridad. Son enseñanzas que nunca pasarán de moda y que también forman parte de la responsabilidad de todo docente”, expresó el supervisor.
Pérez subrayó que esta línea de trabajo no es nueva, sino que forma parte de los diez ejes rectores establecidos por la Secretaría de Educación Pública del Estado dentro de su plan estratégico, algunos de los cuales ya comenzaron a implementarse en el ciclo anterior y ahora recibirán continuidad y mayor énfasis.
Entre estos ejes, además del fortalecimiento de los aprendizajes clave y la actualización docente, se encuentra la promoción de una cultura de paz, la inclusión, el respeto a la diversidad y el fomento del sentido de pertenencia. El supervisor detalló que durante el ciclo pasado ya se llevaron a cabo actividades que abordaban estos temas de manera transversal, y que en este nuevo periodo escolar se buscará integrar estos valores de forma más sistemática dentro del quehacer diario en las escuelas.
“La escuela no puede estar desligada de lo que pasa afuera. Vemos que los niños llegan con muchas influencias externas, y muchas veces sin una base sólida de respeto o empatía. Por eso, el aula se convierte en un espacio donde también debemos enseñar a convivir, a escuchar, a ayudar”, añadió.
Asimismo, el supervisor resaltó el papel clave que juegan los docentes en este proceso, quienes no solo son responsables de impartir conocimientos, sino también de formar ciudadanos con principios y sensibilidad social. En ese sentido, aseguró que los maestros de la zona han mostrado disposición y compromiso para implementar estas directrices, incluso incorporando dinámicas y actividades enfocadas en la formación de valores desde los primeros grados.
De igual forma, Pérez señaló que es fundamental la colaboración con las familias, pues los valores no deben limitarse al espacio escolar. Invitó a los padres de familia a reforzar desde casa conductas como la cortesía, la tolerancia, el sentido de responsabilidad y la comunicación abierta, para generar un entorno coherente y positivo en todos los espacios en los que se desenvuelven los estudiantes.
“El trabajo en valores debe ser compartido. No se trata solo de una clase o una actividad aislada; es una manera de vivir la educación, donde padres, maestros y alumnos caminan en la misma dirección”, indicó.
Por último, el supervisor de la zona escolar 401 manifestó que el enfoque humanista no está en contradicción con las exigencias académicas, sino que las complementa. De hecho, enfatizó que un alumno que se siente valorado, escuchado y en un ambiente sano, rinde mejor en su desempeño académico y muestra mayor disposición para el aprendizaje.
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