Ucrania destruye terminal de carga en el Mar Negro

Ucrania destruyó la terminal de carga VPU-2 del Consorcio del Oleoducto del Caspio (KTK) en el Mar Negro mediante un ataque de drones náuticos, paralizando las operaciones de exportación de petróleo kazajo.

Ucrania destruyó una terminal de carga marítima del Consorcio del Oleoducto del Caspio (KTK), una empresa de Kazajistán que exporta el grueso de su petróleo a Europa, según informó hoy el consorcio. El ataque, ocurrido a las 4.06 horas de Moscú (01:05 GMT), fue calificado por KTK como un "ataque terrorista deliberado de drones náuticos" que provocó daños considerables en la terminal de carga VPU-2, la cual se considera irreparable. Tras la explosión, todas las operaciones de carga fueron detenidas, y el consorcio acusó a Ucrania de "atacar los intereses de los países participantes" de la empresa (Kazajistán, EE. UU., Rusia y países europeos), señalando que es la tercera vez que golpean una institución civil protegida.

Detalles del ataque y daños a la infraestructura

El Consorcio del Oleoducto del Caspio (KTK) utiliza esta ruta para exportar más de 63 millones de toneladas de petróleo anualmente. La terminal destruida, VPU-2, es una infraestructura clave para la carga de crudo. La empresa indicó que esta terminal no podrá ser reparada. Por orden del capitán del puerto de Novorossíisk, todas las operaciones de carga fueron detenidas y los buques cisterna fueron retirados de la zona de la empresa. No se reportaron víctimas entre el personal de KTK. El consorcio señaló que en el momento de la explosión los sistemas de protección ante averías garantizaron el cierre de las correspondientes tuberías. Preliminarmente, no hubo derrame en el Mar Negro, aunque las autoridades están tomando pruebas del agua marina en la zona y llevan a cabo el monitoreo de la situación ecológica.

Denuncia de ataque terrorista

KTK denunció el ataque como un acto de "terrorismo" contra una instalación "exclusivamente civil y protegida por el derecho internacional". El consorcio agrupa importantes compañías de Kazajistán, Estados Unidos, Rusia y varios países europeos, por lo que acusó a Ucrania de atentar contra los intereses de estas naciones. El ataque a la terminal VPU-2 es el tercero contra las instalaciones de KTK, pues anteriormente fueron atacadas la estación de bombeo Kropotkinskaya y las oficinas de KTK en Novorossíisk. La empresa añadió que las restantes terminales de la planta solo reanudarán sus operaciones "cuando no haya amenaza de ataques de drones náuticos o aéreos".

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