Trump recorta fondos a Harvard por presunto antisemitismo

Tras acusaciones de antisemitismo y censura ideológica, el gobierno de Donald Trump anunció nuevos recortes millonarios a los fondos federales de Harvard.

El gobierno de Donald Trump anunció este martes 13 de mayo nuevos recortes de subvenciones a la Universidad de Harvard, alegando motivos de discriminación y antisemitismo, un día después de que la institución propusiera reanudar el diálogo con la administración.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. comunicó la supresión de 450 millones de dólares adicionales en fondos dirigidos a la Universidad de Harvard, sumados a los 2.200 millones retirados la semana pasada. La medida responde, según la administración Trump, a un supuesto “problema de discriminación” dentro de la institución académica.

El anuncio ocurre un día después de que Alan Garber, presidente interino de Harvard, enviara una carta oficial a la secretaria de Educación, Linda McMahon, en la que proponía retomar el diálogo sobre la base de combatir el antisemitismo y defender la libertad de expresión.

Según Garber, Harvard ha implementado acciones para proteger a estudiantes y personal judío e israelí, pero considera que las sanciones federales “socavan” la libertad académica de la institución.

Harvard responde a Trump y presenta demanda federal

En medio de la tensión política, Harvard presentó una demanda contra la administración Trump, calificando los recortes como un intento ilegal de controlar su gestión interna. La institución sostiene que las medidas del gobierno vulneran principios constitucionales y buscan coartar el pensamiento crítico en los campus.

Por su parte, Trump ha intensificado sus críticas contra universidades como Harvard y Columbia, a las que acusa de albergar discursos “antisemitas” en el contexto de las protestas estudiantiles contra los bombardeos israelíes en Gaza. El expresidente ha descrito a Harvard como una “institución de extrema izquierda y antisemita”.

Diversidad bajo ataque: programas en riesgo

Otra de las exigencias del gobierno de Trump ha sido la eliminación de programas de diversidad, diseñados para abordar la opresión histórica de las minorías. Esta postura ha generado preocupación en sectores académicos y defensores de los derechos civiles, que advierten sobre un retroceso en las políticas de inclusión universitaria.

Garber defendió la independencia institucional en su carta: “Harvard no es republicana, ni demócrata, ni el brazo armado de ningún partido o movimiento político, y nunca lo será”, escribió.

Hasta el momento, la universidad no ha emitido comentarios sobre la reciente supresión de 450 millones de dólares en subvenciones.

Las tensiones entre la Casa Blanca y varias universidades estadounidenses se han intensificado tras las protestas en campus contra los ataques israelíes en Gaza. Estas manifestaciones han sido calificadas como “antisemitas” por Trump, quien ha convertido el conflicto en parte central de su discurso de campaña.

Organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) han advertido sobre el riesgo de que medidas como estas limiten la libertad académica y politicen la educación superior en Estados Unidos.

La batalla entre autonomía universitaria y control político continúa escalando, con posibles implicaciones legales y políticas de gran alcance en vísperas de las elecciones de 2024.

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