Trump impone tarifa de 100,000 dólares a visa H-1B

Trump anuncia una tarifa de $100,000 para la visa H-1B, clave para el sector tecnológico.
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciará este viernes la imposición de una tarifa de 100,000 dólares para la visa de trabajo H-1B, uno de los permisos más utilizados por empresas tecnológicas para contratar talento extranjero altamente especializado. La medida, confirmada por un alto funcionario de la Casa Blanca, representa un giro drástico en la política migratoria laboral y una barrera significativa para empresas y solicitantes.
Golpeando al sector tecnológico
La drástica medida, que forma parte de una agenda más amplia de endurecimiento migratorio, busca proteger el empleo local según la Casa Blanca, pero expertos advierten sobre su potencial impacto negativo en la competitividad de industrias clave de Estados Unidos que dependen del talento extranjero.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endurecerá radicalmente el acceso al programa de visas H-1B con la imposición de una tarifa de 100,000 dólares por solicitud, según confirmó un alto funcionario de la Casa Blanca a la agencia Bloomberg. El anuncio oficial, previsto para este viernes, marca el regreso de una política migratoria restrictiva que caracterizó al primer mandato de Trump y que su sucesor, Joe Biden, había relajado.
Esta tarifa, de un monto sin precedentes, afecta directamente al sector tecnológico estadounidense, que utiliza de forma intensiva este tipo de visa para reclutar ingenieros, científicos y programadores de todo el mundo, especialmente de India. La medida supone una barrera financiera masiva tanto para las empresas que patrocinan las visas como para los profesionales que las solicitan.
El papel crucial de las visas H-1B en EEUU
¿Por qué esta medida es tan significativa? Las visas H-1B han sido durante décadas un pilar fundamental para la innovación tecnológica en Estados Unidos. Este programa permite a empresas estadounidenses contratar a trabajadores extranjeros con educación universitaria y habilidades altamente especializadas en ocupaciones específicas, particularmente en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
El proceso es competitivo y está sujeto a un cupo anual. En 2024, Estados Unidos aprobó aproximadamente 400,000 visas H-1B, de las cuales se estima que tres cuartas partes correspondieron a ciudadanos indios. Estos permisos tienen una duración inicial de tres años y son renovables hasta por seis, siendo las renovaciones un componente sustancial del total; el año pasado, dos tercios de las visas aprobadas fueron precisamente renovaciones.
Un giro de 180 grados en la política migratoria
La imposición de esta tarifa no es un hecho aislado, sino la continuación de una política iniciada en el primer mandato de Trump. Durante su administración anterior (2017-2021), se registró un pico de rechazos de solicitudes H-1B en 2018, con un enfoque en la protección de empleos para ciudadanos estadounidenses.
Esta tendencia se revirtió con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, cuya administración adoptó una postura más flexible y alcanzó un récord de aprobaciones de visas H-1B en 2022. El anuncio del viernes representa, por lo tanto, un retorno a la línea dura y un giro de 180 grados en la política migratoria laboral de Estados Unidos.
Impacto potencial y reacciones anticipadas
La pregunta clave es: ¿qué consecuencias tendrá esta tarifa? Expertos en inmigración y economía advierten que el costo de 100,000 dólares podría actuar como un potente desincentivo. Para las startups y empresas de tamaño medio, este gasto adicional por cada empleado extranjero podría ser prohibitivo, limitando su capacidad para contratar el mejor talento global.
Para los profesionales, especialmente aquellos de países como India que dependen fuertemente de este programa, el costo podría ser insalvable. Si bien la medida refuerza el discurso político de Trump en torno a la protección del empleo local, plantea serias dudas sobre su impacto en la competitividad de Estados Unidos. Industrias críticas como la inteligencia artificial, el desarrollo de software y la investigación biomédica, que se nutren de cerebros globales, podrían verse afectadas, beneficiando a economías competidoras como Canadá, Australia o miembros de la Unión Europea que buscan captar a los mismos perfiles.
Esta tarifa se enmarca en una agenda más amplia de endurecimiento que incluye expulsiones masivas y reglas más estrictas para estudiantes, lo que envía una señal clara: la política migratoria de EEUU se encamina hacia una era de restricción sin precedentes.
Noticias del tema