Trabajadores de INFAC son despedidos tras paro laboral

Sindicalizados denuncian que más de 20 fueron despedidos sin prestaciones ni finiquito.
El pasado 22 de mayo, empleados sindicalizados de la empresa coreana INFAC, ubicada en ciudad Frontera, decidieron detener las líneas de producción durante 24 horas. El motivo fue claro: la negativa de la empresa a realizar el reparto de utilidades, derecho que legalmente les corresponde. Para los trabajadores, fue un acto de valentía colectiva. Pero hoy, dos semanas después, la consecuencia ha sido devastadora: más de 20 de ellos fueron despedidos.
Líderes sindicales, entre los primeros en ser dados de baja
Entre los despedidos se encuentran cuatro líderes de cuadrilla, quienes además se desempeñaban como representantes del sindicato dentro de la planta. Algunos de ellos contaban con 5 hasta 7 años de antigüedad, pero ni su compromiso ni su trayectoria fueron suficientes para evitar el despido.
A todos se les informó que no recibirían ningún beneficio económico adicional, como indemnización o finiquito. No hubo liquidación conforme a ley, ni prestaciones por despido. Simplemente fueron dados de baja sin más.
El día del depósito… también fue el día del despido
Lo que podría haberse sentido como una victoria parcial por el depósito de 4 mil pesos por concepto de utilidades, conseguido tras la presión del paro terminó convirtiéndose en el día más amargo para muchos. El 30 de mayo, justo cuando el monto fue ingresado a sus cuentas, los trabajadores afectados fueron llamados a la sala de juntas. Ahí, sin mayores explicaciones, se les informó que quedaban fuera de la empresa.
“El sindicato no los respaldará”: la respuesta que dolió más
Varios de los trabajadores despedidos alegaron ser miembros activos del sindicato, esperando que esta figura pudiera defenderlos ante lo que consideraban una represalia laboral. Sin embargo, la respuesta fue desconcertante:
“El sindicato no puede hacer nada porque ustedes no estaban autorizados para realizar el paro”.
Ese mensaje dejó a los empleados no solo sin empleo, sino también sin respaldo institucional ni protección laboral, pese a años de aportar cuotas sindicales.
Más de 15 operadores, también fuera
La situación no se limitó a los líderes. Alrededor de 15 a 20 operadores adicionales, también sindicalizados, fueron despedidos el mismo día. Algunos apenas contaban con unos meses en la empresa, otros tenían más de cinco años de antigüedad. Lo único que tenían en común era haber participado en la protesta por las utilidades.
Miedo y silencio: trabajadores temen hablar
Varios empleados actuales de INFAC han decidido denunciar esta situación de manera anónima, temiendo represalias similares si expresan inconformidad.
“Tenemos miedo de hablar. Vimos lo que les hicieron a nuestros compañeros por alzar la voz. ¿Qué nos espera a los demás?”, compartió una operadora vía mensaje privado.
Para muchos, lo sucedido deja un mensaje claro: quien exige sus derechos, puede perderlo todo. Aunque el pago de 4 mil pesos fue depositado, el golpe emocional y económico para las familias afectadas ha sido profundo.
“Nos dieron una utilidad mínima, pero nos quitaron el sustento. Nos dejaron sin nada”, lamentó uno de los extrabajadores.
Además, la negativa de la empresa a entregar el finiquito completo y las prestaciones correspondientes como aguinaldos proporcionales, vacaciones o prima de antigüedad ha agravado la situación.
Una herida abierta en la clase trabajadora
Lo ocurrido en INFAC no solo refleja un caso particular, sino también una problemática más amplia: la vulnerabilidad de los derechos laborales en el sector industrial, incluso cuando existen sindicatos formalmente establecidos.
Los trabajadores ahora enfrentan la incertidumbre de buscar nuevos empleos, mientras cargan con la frustración de haber sido castigados por exigir lo justo. “No nos escucharon. Solo nos silenciaron”, concluye uno de los despedidos.
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