Sylvester Stallone logró obtener un récord Guinness por haber participado en una de las escenas más peligrosas jamás realizadas en la historia del cine. Pero, ¿qué la hizo tan arriesgada y qué papel tuvo él en esta hazaña?
No son muchas las películas que logran quedar en la memoria colectiva no por sus premios ni por sus actuaciones, sino por una escena que puso en verdadero peligro a sus protagonistas. Eso fue precisamente lo que ocurrió en 1993 con Máximo Riesgo (Cliffhanger), un thriller de acción protagonizado por Stallone.
Una escena sin precedentes
En Máximo Riesgo, Stallone no solo interpretó al personaje principal, sino que también fue productor y pieza clave para que se filmara una de las secuencias más extremas jamás captadas por una cámara.
La escena consistía en que un doble debía pasar de un avión a otro mientras ambos estaban en vuelo, a más de 4,500 metros de altura. Lo impresionante: se hizo sin la ayuda de efectos digitales, sin pantallas verdes ni simulaciones por computadora. Solo dos aeronaves en movimiento, un cable entre ellas y un especialista arriesgando su vida.
El costo y el riesgo
La realización de esta toma costó un millón de dólares, una cifra alta para ese entonces. Lo curioso es que Stallone decidió cubrir el gasto por su cuenta, ya que ninguna aseguradora aceptó respaldar una maniobra con un riesgo tan alto de fatalidad. Para él, la autenticidad y el realismo valían más que el dinero.
¿Quién hizo la escena?
Aunque muchos creen que Stallone fue quien hizo el truco, en realidad el encargado fue el legendario doble británico Simon Crane, reconocido en la industria por su valentía y experiencia en escenas complejas. En este caso, tuvo que deslizarse por un cable entre dos aviones en pleno vuelo, sin ninguna red o medida de protección.
Durante una de las tomas, Crane incluso llegó a chocar contra uno de los aviones, rebotando sobre su superficie. Cualquier error mínimo podría haberle costado la vida, pero finalmente logró completar la escena bajo condiciones extremadamente delicadas y con una precisión asombrosa.
Reconocimiento mundial
La hazaña fue tan impactante que el Guinness World Records la reconoció como la escena de acción más costosa y peligrosa jamás filmada sin utilizar efectos especiales digitales. A día de hoy, esa marca sigue vigente.
Desde ese momento, muchos críticos y cineastas consideran que Máximo Riesgo transformó la manera en que se hacen las películas de acción, estableciendo un nuevo estándar en cuanto a realismo y valentía cinematográfica.