Sucesos: El hábito de la lectura

Acaba de publicarse una sorpresiva nota periodística que rompe con la idea que usualmente tenemos desde hace tiempo sobre los pobres índices de la lectura en México. Para ser honestos, tenemos cierta reserva sobre la veracidad de la nota publicada en La Jornada (Patricia San Juan Flores, noviembre 16, 2025), donde se afirma que según la última encuesta realizada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), los mexicanos ahora destinamos una hora diaria en promedio en lectura. De acuerdo a la autora, es común ver en el transporte público tanto a jóvenes como adultos ir leyendo el celular, blogs, comics y tablets. Quizás, el meollo estriba en el material de lo que se está considerando como lectura. Sin embargo, el Director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo, declara lo contrario al afirmar que hay un severo retroceso de la lectura en México. 

De conformidad a la reciente encuesta del INEGI, 8 de cada 10 mexicanos afirma que ha leído un libro, o historieta o blog, en el último mes, mediante el siguiente desglose:

• De 12 a 24 años: el 90% declara haber leído uno de los materiales.
• De 25 a 39 años: el 85%
• De 40 a 59 años: 74.2%
• De 60 a más años: 66.8%

Otra prueba del incremento de la lectura se puede constatar con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara  (FIL), cuando se registró en el 2024 una asistencia de 907 000 visitantes, sosteniendo cada año un incremento notable del público infantil, así como lo reflejan los metros cuadrados que se dedican a ese mercado.

En lo que llevamos del 2025 tenemos ya el 45.4% de lectores, de conformidad con la información de la nota de Patricia San Juan Flores, con lo que estaríamos cerca de romper la barrera que hay desde el 2015, cuando se registró el 48.5% de lectores de 18 años o más. De acuerdo a la edad de los lectores tenemos que se marca su preferencia en los temas siguientes: *Entre los 12 a 24 años: literatura* De 40 años o más: material de autoayuda, superación personal y religioso.

Entre los libros más buscados están: Víctor Frankl, El Hombre en busca del sentido; James Clear, Hábitos atómicos; Matt Haigh, La Biblioteca de Media Noche. 

Habíamos escuchado que el mexicano no lee, pero supuestamente en conformidad con la encuesta de referencia el 32.9% de la gente afirma que ha leído un promedio de 4 libros; de estos el 80% en forma impresa, mientras que otro 20% hizo una descarga electrónica gratuita. Donde aparece otra enorme contradicción es que el 23.6% confesó que leyeron revistas, cuando tenemos datos sobre la suspensión de la edición de títulos de revistas que eran tradicionales.

En cuanto a la lectura por el género de las personas observamos:

• Libros: 80.4% mujeres/ 77.5% Hombres
• Revistas: 38.8% mujeres/ 35.8% Hombres
• Cómics: 24.6% mujeres/28.4% Hombres
• Páginas de internet: 55.9% Mujeres/59.9% Hombres
• Periódicos: 27.4% Mujeres/35.8% Hombres

Las 5 lecturas en México que tienen mayor demanda en el 2025 son: Gabriel García Márquez, 100 años de soledad; J.R. Tolkien, El Señor de los anillos; George Orwell, 1984; Aldous Huxley, Un Mundo feliz; Jane Austen, Orgullo y prejuicio.

El autor mexicano más leído es Juan Rulfo (Pedro Páramo y El Llano en Llamas). A nivel mundial, el libro más leído (y aquí nos acordamos de Peña Nieto) es La Biblia, seguido por las obras de William Shakespeare y por Don Quijote de la Mancha. Como curiosidad literaria, se sigue citando el famoso manuscrito Voynich, que no ha sido superado por su rareza. Se trata de un pergamino de 240 páginas, que data entre 1404 y 1438, cuyo propietario es Wilfrid M. Voynich, quien lo donó a la Biblioteca de la Universidad de Yale, donde actualmente se conserva, escrito en un idioma que no tiene traducción. Contiene dibujos, textos e ilustraciones indescifrables, que ningún grupo de lingüistas, antropólogos, filólogos, sociólogos ni científicos ha podido interpretar. 

Para nuestra tristeza, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) clasifica a México en el penúltimo lugar a nivel mundial en lectura, muy por debajo de Argentina, Chile, Brasil, Colombia y Perú. Este lugar ha obligado al Fondo de Cultura Económica a emprender programas emergentes que pretenden fomentar la lectura mediante ediciones económicas que estén al alcance económico de la población, con temas de historia universal, mexicana y de cultura general. Lamentablemente debemos reconocer que la situación económica del país representa un obstáculo mayúsculo para alcanzar el propósito de los programas. Mucho tememos que, al igual que muchos otros, solo quedarán en buenas intenciones. Como bien sabemos, la mayoría de los Estados de la República así como municipios y numerosas universidades públicas organizan y promueven concursos para premiar a los creadores y fomentan talleres y círculos de lectura que inculcan, con el apoyo de los docentes, el gusto por leer. La tarea es difícil si el niño u joven crece sin el ejemplo en su hogar, pero en alguna parte se debe de trabajar al respecto.  Entre los países que registran altos índices de lectura están, India, que dedica 10.7 horas semanales; Tailandia, 9.4hrs; China, 8horas; Filipinas, 7.6hrs; y  Egipto, 7.5hrs.

La Secretaría de Cultura del Estado de Coahuila ha declarado que en la entidad no se lee ni siquiera un libro en promedio al año, solo se registra el 0.8%; por ello diseñó y está impulsando el programa “Una hora semanal con un libro”. Se trata de una cifra deficitaria si tomamos en cuenta que según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en el 2023 registró un promedio nacional de 3.4 libros al año. Somos testigos de la organización de ferias de libros y de esfuerzos gubernamentales del Estado, así como de organismos privados para elevar el nivel cultural de la sociedad. 

Monclova, con una población cercana a los 300 000 habitantes, cuenta con librerías que se pueden contar con una mano, así como revisterías y, quizás, alrededor de 10 bibliotecas. ¿Cómo fomentar la lectura cuando el círculo cultural no tiene infraestructura? Es entendible que las prioridades son otras, no hay responsables.

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