El Tiempo de Monclova 🔍

Piedras Negras Día de Muertos Monclova Piedras Negras Carbonífera Saltillo Torreón Seguridad

“Solo en México: donde la muerte también tiene fiesta”

Descubre cómo el Día de Muertos resiste y se transforma en la frontera norte de México, fusionando tradiciones mexicanas y símbolos de Halloween.

Día de Muertos
Sallory Zapata/El Tiempo Piedras Negras
comparte facebook comparte X comparte WhatsApp comparte Telegram

En la frontera norte de México, donde el inglés se mezcla con el español y los centros comerciales lucen decoraciones de Halloween desde septiembre, el Día de Muertos ha encontrado un terreno de resistencia. En lugares como Piedras Negras, Coahuila, la cercanía con Texas no solo marca una línea divisoria en el mapa, sino también en la cultura, las tradiciones y los símbolos con los que la gente honra a sus muertos.

A diferencia de otras regiones del país donde las celebraciones conservan un aire más tradicional, en la frontera las calaveras de azúcar conviven con las calabazas talladas, los altares se levantan junto a fantasmas de plástico y los niños se disfrazan tanto de catrinas como de superhéroes. Sin embargo, pese a la influencia norteamericana, la esencia mexicana persiste: la de recordar con color, música y comida a quienes ya no están.

Un origen profundamente mexicano

El Día de Muertos es una tradición que hunde sus raíces en las culturas prehispánicas, mucho antes de la llegada de los españoles. Pueblos como los mexicas, purépechas y mayas ya realizaban ceremonias dedicadas a los difuntos, convencidos de que la muerte no era el fin, sino una etapa más del ciclo de la vida. Con la colonización, estas costumbres se fusionaron con el catolicismo, dando lugar a una de las expresiones culturales más representativas de México.

Día de Muertos
Día de Muertos

Durante siglos, el país ha perfeccionado esta conmemoración hasta convertirla en una fiesta única en el mundo. A diferencia de otras naciones que asocian la muerte con el dolor o el miedo, el mexicano la mira con respeto, pero también con humor. La burla a la muerte —a través de las calaveras literarias, las catrinas y los altares coloridos— se ha convertido en una forma de reafirmar la vida.

La frontera: un espejo de contrastes

En ciudades como Piedras Negras, el Día de Muertos adquiere matices distintos. La influencia estadounidense, potenciada por la cercanía con Eagle Pass y la exposición constante a los medios, ha hecho que el Halloween tenga una presencia importante. Las escuelas, los comercios y los jóvenes participan cada año en fiestas, concursos de disfraces y recorridos de terror, prácticas que forman parte del intercambio cultural natural entre ambos países.

Pero mientras las calabazas y los dulces importados ganan espacio, las familias siguen montando sus altares con fotografías, pan de muerto, veladoras, flores de cempasúchil y objetos que recuerdan a sus seres queridos. En los panteones, aún se puede ver a las personas limpiando las tumbas, dejando flores frescas y encendiendo velas al caer la tarde.

Día de Muertos
Día de Muertos

“Acá todo se mezcla, pero lo importante es no olvidar por qué lo hacemos”, comenta doña Carmen, vecina del sector Mundo Nuevo, mientras acomoda el retrato de su esposo en el altar familiar. “A los niños les gusta disfrazarse y salir por dulces, pero también vienen conmigo al panteón. Les enseño que una cosa no quita la otra.”

Para Alejandra Valdez, joven de 23 años, la preferencia se inclina hacia el lado festivo del Halloween. “A mí me gusta más celebrar el Día de Brujas, porque con mis amigos organizamos fiestas y concursos de disfraces. Es algo divertido que espero cada año”, comenta con entusiasmo. En cambio, Juan Flores, de 57 años, asegura que para él el valor del Día de Muertos es incomparable. “Yo le pongo su altar a mi padre y voy al panteón a pasar la tarde en su tumba. Le llevo flores y me gusta recordarlo en paz, como lo hacíamos desde antes”, relata.

Resistir desde la cultura

La globalización y la influencia mediática han transformado las formas en que se vive la tradición, pero no su sentido profundo. En la frontera, cada altar es también un acto de resistencia cultural, una manera de afirmar que, aunque los tiempos cambien, la identidad mexicana sigue viva.

Las escuelas y centros culturales de Piedras Negras han encontrado en estas fechas una oportunidad para reforzar esa identidad. Talleres de elaboración de calaveras de azúcar, concursos de altares y exposiciones fotográficas buscan mantener el vínculo con las raíces. “No se trata de pelear con el Halloween, sino de recordar que el Día de Muertos tiene un valor simbólico que nos pertenece”, explica José Calderón, coordinador de programas de cultura.

Día de Muertos
Día de Muertos

Un desafío económico y cultural

El reto no es solo simbólico. En términos económicos, la competencia con el mercado estadounidense también impacta. Los productos mexicanos tradicionales —como el pan de muerto artesanal, las veladoras o las flores naturales— deben competir con mercancía industrializada y de bajo costo proveniente del otro lado del río Bravo.

Aun así, muchos comerciantes locales encuentran en estas fechas una oportunidad para reactivar sus ventas. Panaderías, florerías, mercados y artesanos reportan uno de los mejores fines de semana del año. “Es cuando más vendemos. La gente no deja de comprar lo necesario para su altar, aunque también pidan calabazas o disfraces”, dice un vendedor del Mercado Zaragoza.

Día de Muertos
Día de Muertos

Entre dos mundos

El Día de Muertos en la frontera norte es, en esencia, un reflejo del México contemporáneo: diverso, híbrido y resiliente. En Piedras Negras, la muerte se celebra entre el olor del pan recién horneado y el eco lejano de los niños que gritan “¡trick or treat!”.

En medio de esa mezcla inevitable, el mexicano fronterizo ha encontrado su propia forma de recordar: una que combina lo heredado y lo adoptado, pero que, sobre todo, reafirma una verdad profunda —que la memoria no tiene fronteras.

Día de Muertos: Tradición y comunidad en el Día de Muertos en Nava, Coahuila

Con motivo del Día de Muertos, se realizaron actividades en el panteón municipal de Nava, Coahuila, que combinaron el respeto por la tradición con la convivencia comunitaria. Se colocó un altar conmemorativo y se ofrecieron alimentos típicos, generando un espacio de recuerdo -- leer más

Noticias del tema


    Más leído en la semana