Se abre la tierra en Ocampo, Coahuila: Grieta gigantesca inquieta a comunidades tras sismo reciente

El temor entre los habitantes se ha intensificado tras el sismo registrado por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) el 4 de junio
Como salido de una película de ciencia ficción, el suelo del semidesierto en Ocampo, Coahuila, se ha partido en dos. Una enorme grieta ha surgido de forma repentina en la tierra, dejando a su paso un paisaje desolador que ha sembrado incertidumbre entre los habitantes. La escena, captada en video por el médico veterinario Manuel Castillo, originario de Cuatro Ciénegas, ha causado un gran revuelo en redes sociales.
La grieta, localizada en el bordo 72 rumbo a Santa Elena, no es solo una curiosidad geológica. Para muchos, es un signo alarmante de algo más profundo y desconocido que podría estar gestándose bajo el suelo árido del norte de México.
La tierra se rompe: nuevos hallazgos cerca de Eutimias
A este fenómeno se han sumado otras grietas detectadas los días 3 y 4 de junio, justo antes del sismo registrado el 4 de junio por el Servicio Sismológico Nacional. Estas se localizan en la brecha San Miguel - Ocampo, a la altura del entronque de Eutimias, en dirección a Acebuches. Una de ellas incluso llega hasta la carretera que conecta los ejidos con el municipio de Ocampo, afectando la infraestructura rural y generando preocupación entre transportistas y vecinos de la región.
“Estas grietas no estaban la semana pasada. Salieron de la nada”, comenta un habitante de la zona que utiliza esa carretera diariamente. “Y lo más inquietante es que aparecieron justo antes del temblor”.
¿Una señal de advertencia?
El temor entre los habitantes se ha intensificado tras el sismo registrado por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) el 4 de junio a las 21:26 horas (hora centro), con una magnitud preliminar de 5.3 grados. El movimiento telúrico se localizó entre los municipios de Múzquiz y Ocampo, una región que no solía presentar este tipo de actividad en el pasado.
El cual no solo se sintió entre Múzquiz y Ocampo, sino que sacudió varias localidades de la Región Centro como Monclova, Frontera y Nadadores.
“Sentí cómo vibraba el suelo debajo de mí. Nunca me había pasado algo así en esta zona”, comentó una vecina de Monclova en redes sociales, reflejando el desconcierto generalizado.
El misterio bajo la superficie
Aunque los expertos señalan que la grieta podría estar relacionada con los efectos acumulados de la sequía extrema —el suelo se seca, se contrae y finalmente se quiebra—, el contexto sísmico reciente ha encendido las alarmas. La presencia de arcilla en la región, que tiende a hincharse cuando llueve y encogerse en tiempos secos, agrava aún más la inestabilidad del terreno.
“En esta última década hemos sentido temblores donde nunca se habían registrado antes”, advierte uno de los ejidatarios de la zona. “No podemos seguir ignorando estas señales”.
Un llamado urgente a la ciencia y a la prevención
La primera grieta fue reportada inicialmente el 14 de abril, pero su visibilidad y profundidad han aumentado, especialmente tras el sismo más reciente. Ante esto, residentes piden la intervención inmediata de Protección Civil y expertos en geología para realizar estudios profundos del terreno.
“No es normal que se abra la tierra así. Necesitamos saber si estamos en riesgo. Esta zona no estaba en los mapas de peligro sísmico, pero algo está cambiando”, señalan ejidatarios preocupados.
Más que una simple fractura en la tierra, lo que ha ocurrido en Ocampo podría ser el reflejo de procesos más complejos relacionados con el cambio climático, la variabilidad del subsuelo y la actividad tectónica que empieza a manifestarse en lugares inesperados.
Por ahora, la grieta permanece allí, silenciosa pero imponente. Una cicatriz reciente en el cuerpo del semidesierto que nadie sabe si volverá a cerrarse… o si apenas está comenzando a abrirse.


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