Revisión total de carga en aduana de Eagle Pass genera fuerte acumulación vehicular en Piedras Negras

Desde hace tres días, el movimiento de unidades pesadas en la zona fiscal ha generado largas filas.
La operación de transporte comercial entre México y Estados Unidos se ha visto severamente ralentizada esta semana debido a las disposiciones adoptadas por la aduana de Eagle Pass, Texas, que ha comenzado a revisar con rayos X la totalidad de camiones que cruzan desde Piedras Negras.
Desde hace tres días, el movimiento de unidades pesadas en la zona fiscal ha generado largas filas que se extienden a lo largo del bulevar Fausto Z. Martínez y alcanzan sectores del bulevar Venustiano Carranza, impactando también la circulación local en algunas colonias cercanas.
La medida norteamericana, implementada como parte de un refuerzo en sus controles de ingreso, ha duplicado y en algunos casos triplicado los tiempos normales de cruce.
Esto ha provocado que operadores deban permanecer hasta cinco horas detenidos, a la espera de que su unidad sea inspeccionada.
Aunque el malestar entre transportistas ha sido evidente, la mayoría evita emitir declaraciones formales. De forma extraoficial, algunos conductores señalaron que los retrasos afectan sus itinerarios y entregas, además de provocar gastos adicionales por combustible y alimentación durante la espera.
Empresas de logística, por su parte, han activado protocolos de contingencia para reorganizar sus rutas y horarios, aunque reconocen que mientras el proceso de revisión exhaustiva permanezca activo, los retrasos continuarán.
Fuentes cercanas al sector aduanal indicaron que esta medida no tiene una fecha precisa para concluir, pues responde a órdenes federales que buscan reforzar la seguridad ante el incremento del tránsito de mercancías.
De momento, no se tiene información sobre la posibilidad de aplicar filtros diferenciados para vehículos con antecedentes regulares. Mientras tanto, autoridades mexicanas han desplegado personal de tránsito para evitar incidentes por la concentración de unidades.
Aunque no se han reportado accidentes mayores, la situación mantiene presionada la infraestructura vial de la ciudad. El gremio transportista confía en que se logren acuerdos binacionales que permitan optimizar los tiempos de revisión sin afectar el flujo comercial, que representa uno de los pilares económicos de la región fronteriza.
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