Reglamentan volumen de música en hogares: 60 decibeles

Autoridades de Piedras Negras aplican el reglamento municipal para controlar el volumen de música en hogares.
En las colonias populares de Piedras Negras, una de las problemáticas más recurrentes durante los fines de semana es el exceso de volumen en la música, principalmente en reuniones sociales que se extienden hasta altas horas de la madrugada. Esta situación ha generado un aumento significativo en los reportes vecinales, especialmente por parte de ciudadanos que deben laborar temprano, tienen niños pequeños o cuidan a adultos mayores con problemas de salud.
De acuerdo con las autoridades municipales, los reportes por ruido excesivo forman parte de las estadísticas más altas en el sistema de atención ciudadana, y por ello se han intensificado los operativos de inspección, con un enfoque preventivo y de conciliación.
¿Qué dice el reglamento sobre el volumen permitido?
La directora del Departamento de Inspectores Municipales, Aime Tamez, explicó que el reglamento municipal establece que el volumen de la música en domicilios no debe superar los 60 decibeles, medidos al cruzar la calle. Esta referencia técnica se utiliza para determinar si el sonido que emana de una propiedad afecta el entorno inmediato, especialmente durante los horarios nocturnos.
En situaciones de reincidencia o cuando la música se mantiene a niveles altos después de la medianoche, los inspectores tienen la facultad de solicitar a los residentes que bajen el volumen a 30 decibeles, buscando proteger el descanso de la comunidad.
“Generalmente acudimos como primer paso a dialogar con respeto con los responsables del domicilio, explicándoles lo que indica el reglamento y pidiéndoles bajar el volumen. En la mayoría de los casos hay disposición, pero también hemos tenido que aplicar sanciones cuando no hay cooperación”, señaló Tamez.
Estrategia de mediación: prevenir antes que sancionar
Por su parte, el secretario del Ayuntamiento, Daniel Aguilar, destacó que el enfoque del gobierno municipal no es el punitivo, sino el de mediación y resolución de conflictos. La prioridad es evitar que las diferencias vecinales escalen a situaciones más graves, como altercados físicos o denuncias penales.
“Queremos construir una cultura de respeto y convivencia. Entendemos que la gente quiere reunirse, celebrar o relajarse los fines de semana, pero hay límites que no deben cruzarse, sobre todo cuando afectan el descanso de otras personas”, expresó Aguilar.
El funcionario subrayó que el municipio trabaja con una estrategia de proximidad, en la que los inspectores, junto con elementos de seguridad pública cuando es necesario, actúan como facilitadores de acuerdos entre vecinos. Este modelo ha permitido resolver la mayoría de los casos sin necesidad de sanciones formales.
¿Qué pasa si no se respeta el reglamento?
En los casos donde no se logra un acuerdo o hay reincidencia, los inspectores pueden aplicar multas económicas, así como levantar actas administrativas. En situaciones extremas, el Ayuntamiento puede ordenar la clausura temporal del evento o decomisar temporalmente equipos de sonido.
Además, cuando los hechos implican otras faltas como consumo excesivo de alcohol, riñas o disturbios, las autoridades pueden turnar el caso a la Dirección de Seguridad Pública o al Ministerio Público, dependiendo de la gravedad.
Cabe destacar que la reincidencia en estas faltas también puede generar antecedentes en los registros municipales, lo que puede influir en trámites futuros relacionados con permisos, licencias o participación en programas sociales.
Concientización como eje preventivo
El Ayuntamiento de Piedras Negras ha iniciado también campañas informativas en redes sociales y medios locales, orientadas a sensibilizar a la población sobre los efectos del ruido en la salud física y mental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición prolongada a ruidos por encima de los 55 decibeles puede causar estrés, insomnio, presión arterial elevada y otros trastornos.
La administración local invita a los ciudadanos a planificar sus reuniones con responsabilidad, respetar los horarios y considerar el impacto sonoro hacia los vecinos. También se promueve el uso de tecnología con control de volumen y la implementación de zonas acústicamente protegidas, especialmente en hogares donde hay personas vulnerables.
Noticias del tema