¿Qué santo se celebra el 16 de abril de 2025?

Santa María Bernardita Soubirous: La vidente de Lourdes.

María Bernardita Soubirous, conocida como Santa Bernardita, es una de las santas más queridas de la Iglesia Católica. Su humilde vida y las apariciones de la Virgen María en Lourdes la convirtieron en un símbolo de fe y devoción. Canonizada en 1933, hoy es patrona de los enfermos, los pobres y quienes son ridiculizados por su fe.

Vida

Bernardita nació el 7 de enero de 1844 en Lourdes, Francia, en una familia extremadamente pobre. Desde pequeña sufrió asma y otras enfermedades, lo que marcó su frágil salud. A pesar de las dificultades, era conocida por su bondad y profunda piedad.

Las apariciones de la Virgen

Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858, Bernardita tuvo 18 apariciones de una "Hermosa Señora" en la gruta de Massabielle, cerca de Lourdes. La Virgen se identificó como "La Inmaculada Concepción", confirmando así el dogma proclamado por el Papa Pío IX en 1854. Durante las visiones, se descubrió un manantial milagroso, cuyas aguas son asociadas con numerosas curaciones inexplicables.

Aunque al principio fue interrogada y ridiculizada, la Iglesia finalmente reconoció las apariciones como auténticas en 1862.

Obra y legado

Después de las apariciones, Bernardita ingresó a las Hermanas de la Caridad de Nevers, donde vivió en oración y humildad hasta su muerte el 16 de abril de 1879, a los 35 años. Su cuerpo fue encontrado incorrupto años después.

El Santuario de Lourdes se convirtió en uno de los lugares de peregrinación más importantes del mundo, visitado por millones de personas cada año en busca de sanación física y espiritual.

Patronazgo

Santa Bernardita es patrona de:

• Los enfermos y personas con discapacidades.

• Los pobres y humildes.

• Aquellos que son perseguidos o burlados por su fe.

Su festividad se celebra el 16 de abril, recordando su muerte y su entrega a Dios. Su vida sigue inspirando a creyentes de todo el mundo, mostrando que la santidad no depende de riquezas ni poder, sino de un corazón puro y obediente a la voluntad divina.

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