Piedras Negras, un crisol de migrantes que impulsa y desafía la economía local

Piedras Negras, Coahuila, se ha consolidado como un destino para migrantes de diversos países y ciudades mexicanas, muchos de los cuales se establecen de manera permanente en la ciudad, incluyendo zonas como la Ciudad de Planta. Su presencia genera oportunidades económicas y retos significativos en servicios, empleo y vivienda.
Diversidad migratoria y asentamientos estratégicos
La población de Piedras Negras asciende a 176,327 habitantes, según el Censo 2020 de INEGI, de los cuales 6,769 nacieron en el extranjero, representando casi un cuarto del total de extranjeros en Coahuila. Entre los recién llegados predominan ciudadanos de Estados Unidos, seguidos por personas procedentes de Honduras, El Salvador y Venezuela. En los últimos cinco años, la ciudad ha recibido un flujo creciente de migrantes, muchos de ellos concentrados en la Ciudad de Planta, donde alquilan viviendas o se establecen temporalmente mientras gestionan trámites migratorios o buscan oportunidades laborales.
En 2019, autoridades municipales estimaron que alrededor de dos mil extranjeros residían temporalmente en la ciudad, mientras que los datos más recientes de 2025 señalan que se han registrado 2,362 detenciones de migrantes indocumentados entre enero y agosto, reflejando la magnitud del fenómeno migratorio. Muchos de estos residentes han consolidado una vida en Piedras Negras, integrándose a la comunidad y aportando a la vida cotidiana del municipio.
Impacto económico y social de la migración
La migración ha tenido un efecto mixto sobre la economía local. La presencia de migrantes impulsa el consumo en bienes y servicios, desde alquiler de viviendas hasta alimentación y transporte, fortaleciendo el comercio de la ciudad. Al mismo tiempo, la población extranjera y proveniente de otras ciudades aporta mano de obra a la industria y al sector servicios, incrementando la productividad regional y estimulando iniciativas de emprendimiento. Además, las remesas enviadas por residentes que trabajan en Estados Unidos, que alcanzaron US$17 millones en el segundo trimestre de 2025, representan un ingreso adicional que dinamiza la economía familiar y local.
Sin embargo, también existen desafíos. La llegada constante de nuevos residentes ejerce presión sobre los servicios de salud, educación y seguridad, especialmente para quienes no cuentan con registro oficial. La competencia percibida por empleos de baja calificación puede generar tensiones con los habitantes locales. Expertos de organismos internacionales, como la OCDE, advierten que, sin políticas de integración adecuadas, la migración puede acentuar la economía informal y dificultar la cohesión social.
En síntesis, Piedras Negras refleja un fenómeno migratorio creciente donde la diversidad cultural y demográfica aporta dinamismo económico, pero también exige planificación y políticas públicas efectivas. La Ciudad de Planta se ha consolidado como un punto estratégico para la residencia de migrantes, evidenciando cómo la migración transforma tanto la vida social como económica de la ciudad.
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