Parálisis presupuestaria en EE.UU. afecta la defensa nuclear del país

La parálisis presupuestaria en Estados Unidos, iniciada el 1 de octubre, comienza a afectar uno de los sectores más sensibles: la defensa nuclear del país.
Veinte días después del inicio del shutdown federal en Estados Unidos, los efectos del estancamiento político entre republicanos y demócratas alcanzan a la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA), poniendo en pausa tareas estratégicas para la seguridad del país y dejando sin empleo temporal a cientos de trabajadores.
La crisis alcanza la defensa nuclear
Las tareas no esenciales del Gobierno estadounidense se detuvieron el 1 de octubre, luego de que, sin un acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso, expirara el plazo para extender el gasto presupuestario.
Veinte días después, la defensa nuclear de Estados Unidos comenzó a resentir los efectos. La NNSA informó que unos 1,400 funcionarios federales fueron enviados a casa bajo la figura de desempleo técnico, mientras que menos de 400 permanecerán operando para garantizar el mantenimiento del arsenal nuclear.
Según la organización Bulletin of the Atomic Scientists, Estados Unidos posee 5,177 ojivas nucleares, cuyo mantenimiento, fabricación y seguridad dependen de esta agencia adscrita al Departamento de Energía, responsable además de supervisar a 60,000 contratistas en todo el país.
Advertencias sobre falta de fondos
El legislador republicano Mike Rogers, presidente de la Comisión de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, advirtió que la NNSA estaba “a punto de agotar los fondos de emergencia” que utilizaba para sostener sus operaciones básicas.
“Va a tener que prescindir del 80% de sus empleados”, explicó Rogers, y subrayó que se trata de despidos temporales. “No son empleados a los que queramos ver en sus casas. Se ocupan de un activo estratégico muy importante para nosotros. Deben estar trabajando y cobrar su sueldo”, enfatizó.
Trump intensifica la presión política
El presidente estadounidense, Donald Trump, mantiene su presión sobre los demócratas para que respalden el plan presupuestario republicano, advirtiendo que los despidos temporales podrían convertirse en definitivos si el bloqueo continúa.
“Esperamos que los demócratas se vuelvan mucho menos desquiciados y que obtengamos la aprobación muy pronto”, declaró Trump desde la Casa Blanca.
El punto central del desacuerdo radica en la prórroga del presupuesto federal: mientras los republicanos buscan mantener los mismos niveles de gasto, los demócratas exigen incluir la financiación de programas de seguro médico para hogares de bajos ingresos.
Fracaso legislativo y consecuencias sociales
Una votación del Senado realizada el lunes por la noche para reabrir el gobierno fracasó por undécima vez, manteniendo la parálisis que afecta desde hace casi tres semanas a agencias clave.
Trump ha rechazado toda negociación sobre reformas al sistema de salud hasta que los demócratas aprueben primero la reapertura del gobierno.
Por su parte, el líder demócrata Hakeem Jeffries advirtió sobre los efectos económicos de esta disputa: “En Georgia, Virginia y Maryland, las personas están descubriendo ahora que las primas de su seguro de salud están a punto de aumentar, en algunos casos, más de 2,000 dólares por mes. Nadie puede permitirse ese tipo de aumentos”.
Desde el bando demócrata, además, confían en culpar a Trump por los aumentos en los costos de salud y la pérdida de cobertura para millones de usuarios en 2026 si no se logra un acuerdo presupuestario.
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