Panteón municipal de la colonia Buena Vista, en total abandono
Familiares denunciaron las malas condiciones del campo santo durante la visita en el día del padre
El panteón municipal ubicado en la colonia Buena Vista Sur de Piedras Negras luce completamente deteriorado. Las condiciones en las que se encuentra actualmente han provocado una fuerte indignación entre los ciudadanos, quienes acudieron recientemente al lugar con motivo del Día del Padre para visitar las tumbas de sus seres queridos, solo para encontrarse con un espacio totalmente descuidado: maleza crecida que impide el paso, basura acumulada, y charcos de agua estancada que se han convertido en criaderos de mosquitos.
El panorama que se presenta en el camposanto es desolador. Caminar entre las tumbas se vuelve complicado por la densa vegetación, donde los caminos trazados prácticamente han desaparecido bajo la hierba sin podar. La situación ha empeorado tras las lluvias recientes, que lejos de aminorar los problemas, evidenciaron aún más el abandono por parte de las autoridades. En muchas zonas del cementerio, los visitantes se ven obligados a abrirse paso entre el zacate para llegar a las lápidas, con el riesgo de sufrir caídas o ser víctimas de picaduras de insectos.
La imagen de los jarrones llenos de agua estancada se repite por todo el panteón. Recipientes destinados para flores se han convertido en focos de infección, principalmente por la proliferación de zancudos. Esto no solo representa una falta de respeto para quienes descansan ahí y para sus familiares, sino también un serio riesgo sanitario, especialmente en una temporada en la que las autoridades han alertado sobre la posibilidad de brotes de enfermedades como el dengue.
El malestar entre la población es evidente. Para muchas familias, visitar a sus difuntos en estas fechas significativas es un acto de amor y respeto, una tradición arraigada en la comunidad. Sin embargo, el estado actual del cementerio convierte esta experiencia en una tarea frustrante. No es posible rendir homenaje a los que se han ido en medio de tanta negligencia.
Lo más alarmante de esta situación es que no es nueva. El deterioro del panteón no se generó en una semana ni en un mes. Ha sido el resultado de una larga cadena de omisiones. Durante años, los ciudadanos han señalado la falta de mantenimiento constante y han pedido a la administración municipal que se atienda el problema, sin obtener una respuesta efectiva. Ahora, en pleno 2025, el abandono es más evidente que nunca.
El problema de los panteones no es exclusivo de Buena Vista, pero es ahí donde se manifiesta con mayor gravedad. Y aunque no faltan explicaciones técnicas por parte de las autoridades, como el crecimiento rápido de la maleza tras las lluvias o la falta de presupuesto, lo que la ciudadanía exige no son excusas, sino soluciones. La limpieza básica, el retiro de maleza, el desagüe de recipientes y una revisión sanitaria periódica deberían ser parte de una rutina mínima de mantenimiento, no de una respuesta improvisada tras una denuncia pública.
La situación también revela una desconexión entre las decisiones de gobierno y las necesidades reales de la población. Mientras los vecinos se organizan para limpiar espacios comunes o aportar con recursos propios para mantener dignamente las tumbas de sus familiares, desde el ámbito institucional no se ve una voluntad clara de acompañar esos esfuerzos ciudadanos. Es como si el gobierno local hubiera olvidado que los cementerios son parte de la vida colectiva de una ciudad.
Urge una revisión a fondo del sistema de mantenimiento de espacios públicos en Piedras Negras, particularmente de los cementerios. No puede seguir dependiendo únicamente de los reportes ciudadanos o de las fechas conmemorativas para que las autoridades reaccionen. Debe haber una política pública clara y sostenida para conservar estos lugares en condiciones dignas todo el año.
De lo contrario, se corre el riesgo de que el olvido se convierta en norma, y que lo que hoy es maleza y agua estancada mañana se convierta en una crisis de salud pública o en un símbolo más del desencanto ciudadano ante un gobierno que no escucha.
La administración municipal tiene aún tiempo para corregir el rumbo. Pero mientras tanto, quienes visitan el panteón de Buena Vista seguirán caminando entre hierba alta, mosquitos y abandono, preguntándose en silencio cuándo volverán a sentir que los suyos descansan en paz en un lugar digno.
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