Nutriólogos viven su temporada más baja en diciembre y la ingesta de alimentos en exceso se dispara
En diciembre baja la consulta nutricional mientras aumentan excesos que provocan peso y enfermedades.
La nutrióloga del Hospital DIF Monclova, Brianda Rodríguez, explicó que diciembre representa la temporada más baja del año para los especialistas en nutrición, justo cuando más riesgos existen para la salud por los malos hábitos alimentarios. Mientras las fiestas decembrinas se acercan, la mayoría de los pacientes pospone sus cuidados, lo que deriva en aumentos de peso e incluso en el desarrollo de enfermedades como diabetes e hipertensión.
Rodríguez señaló que, durante estas fechas, el número de personas que acuden a consulta disminuye drásticamente: de una afluencia regular de 15 a 20 pacientes diarios, la cifra llega a caer hasta ocho o nueve. En contraste, en enero la demanda se dispara, cuando la gente busca “retomar el gimnasio” y volver a una alimentación saludable, generalmente después del 6 de enero. “Suena a chiste, pero es cierto: todos regresan hasta después de la Rosca”, comentó.
La presión por bajar peso antes de las fiestas
Muchos pacientes llegan a consulta con la idea de bajar entre cinco y seis kilos en pocas semanas “para comer sin culpa” en Navidad y Año Nuevo. Rodríguez aclaró que, aunque tener metas es válido, seguir dietas estrictas o métodos rápidos puede ser riesgoso. “La gente quiere resultados inmediatos, pero lo importante es la constancia, no los milagros”, afirmó.
Excesos que despiertan enfermedades
La especialista advirtió que los atracones propios de la temporada pueden detonar problemas graves. El aumento acelerado de peso, el consumo excesivo de azúcares y grasas, y la falta de control pueden derivar en descompensaciones, picos de glucosa o crisis hipertensivas, especialmente en personas con antecedentes familiares. “Diciembre es cuando más se descuida la salud y cuando menos se presta atención a las señales del cuerpo”, señaló.
Equilibrio, la clave para disfrutar sin afectar la salud
Rodríguez recalcó que disfrutar de las comidas tradicionales es parte natural de estas celebraciones. Sin embargo, recomendó hacerlo con moderación y volver al día siguiente a una dieta equilibrada. “No pasa nada si un fin de semana se antoja un elote o unos taquitos. Lo importante es mantener hábitos saludables de lunes a viernes”, explicó. Insistió en que no se trata de prohibir, sino de equilibrar.
Evitar extremos y mantener hábitos
La nutrióloga pidió a la población no caer en dietas rigurosas ni en suplementos milagro, pues muchos prometen adelgazar rápido sin considerar riesgos. “El equilibrio es la base. No vamos a comer tamales toda la semana. Podemos disfrutarlos el fin de semana si el resto de los días cuidamos la alimentación”, dijo.
Rodríguez recordó que la mayoría regresa a consulta con varios kilos de más y nuevos propósitos. Diciembre es, para los nutriólogos, la temporada más baja; pero enero se convierte en el mes de reinicio y corrección. “Todo es cuestión de hábitos, no de magia”, declaró.
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