Rosy Fernández intentó inscribir a su hijo en la secundaria Carlos Espinoza, pero le negaron el trámite por no contar con los 700 pesos de cuota, pese a vivir cerca del plantel.
En pleno periodo de inscripciones, Rosy Fernández, madre de familia de la colonia Miravalle, denunció que su hijo no fue inscrito en la secundaria “Carlos Espinoza” de la colonia Azteca porque no pudo cubrir la cuota de 700 pesos que solicita el plantel. A pesar de que llevó toda la papelería requerida y propuso un convenio de pago, el personal escolar le negó el trámite de inscripción, por lo que, lamentó como el desempleo de su esposo no les permitió seguir asegurando la educación de su hijo.
La madre relató que hizo un esfuerzo por cumplir con los documentos solicitados, pagando cerca de 300 pesos entre copias, acta de nacimiento y transporte. “El acta me costó 220 pesos, más las copias y el camión, fue un sacrificio. Pero aún así no me lo aceptaron porque no traía el dinero completo”, lamentó Rosy.
Le niegan negociar
Fernández aseguró que ofreció pagar la cuota al inicio del ciclo escolar, pero la secretaria del plantel le dijo que sin el dinero no podían inscribirlo. “Me dijeron que cuando llevara el dinero, regresara con la papelería, pero ya sin garantizarme el turno ni el lugar. Eso no es justo”, expresó.
El esposo de Rosy recientemente perdió su empleo y aún no recibe su liquidación, lo que complica cubrir los gastos escolares, como uniformes y la cuota escolar. “Estamos sin dinero ahorita. Como está la economía en Monclova, es muy difícil”, comentó con un sentimiento de impotencia y preocupación.
Temores
Además del rechazo, la madre teme que su hijo se quede sin un plantel cercano para estudiar. “Vivimos en la Miravalle y la Carlos Espinoza nos queda a unas cuadras. Si lo mandan a otra, tendría que pagar camión todos los días, y no tenemos para eso”, explicó.
Rosy concluyó que lo más doloroso fue ver cómo el derecho a la educación de su hijo quedó supeditado al pago de una cuota. “Dicen que no es obligatoria, pero sí te condicionan. Uno solo quiere que su hijo estudie. Nada más”, finalizó.
La SEP ha reiterado en múltiples ocasiones que las cuotas escolares no son obligatorias, aunque las asociaciones de padres de familia las promueven como apoyo al mantenimiento de los planteles. Sin embargo, este tipo de casos reflejan cómo en la práctica pueden convertirse en barreras para el acceso a la educación.