Menores no son juzgados como adultos pese a casos graves como homicidios
La ley protege la reinserción social de adolescentes involucrados en delitos.
La reciente muerte de Saúl Godina, un hombre de 30 años que perdió la vida durante una riña registrada el pasado domingo en la colonia Héroes de Nacozari, en Ciudad Frontera, ha generado dudas sobre el proceso legal que enfrentará el adolescente presuntamente implicado. Martha Herrera, titular de la Procuraduría de los Niños las niñas y la familia, explicó que, los menores no están exentos a ser juzgados, pero las consecuencias no tienen las mismas magnitudes que un adulto.
En México, los adolescentes de entre 12 y 17 años que cometen conductas tipificadas como delito son procesados bajo la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, un marco jurídico distinto al que se aplica a los adultos.
Aunque sí enfrentan procedimientos penales, estos funcionan bajo reglas especiales enfocadas en garantizar un debido proceso y, sobre todo, en privilegiar su reintegración social.
Proceso penal con reglas especiales
La especialista explicó que cuando existen pruebas suficientes sobre la probable participación de un adolescente en un delito, puede ser vinculado a proceso. Esta vinculación significa únicamente que se le relaciona con un hecho tipificado como delito y que deberá enfrentar un procedimiento donde tendrá la oportunidad de demostrar su inocencia, al tiempo que la Fiscalía busca acreditar su culpabilidad.
Dicho proceso cuenta con diversas etapas, similares a las de un adulto, pero adaptadas al sistema de justicia para menores. En caso de ser declarado responsable, las sanciones son considerablemente menores, incluso si el joven tiene 17 años y está por cumplir la mayoría de edad.
Reinserción social, prioridad del Estado
La ley establece que la finalidad principal no es el castigo, sino la reintegración del adolescente. Por ello, las sentencias nunca alcanzan los mismos niveles que las de un adulto, sin importar la gravedad del delito. El Estado debe ofrecer herramientas educativas, psicológicas y sociales que permitan al joven corregir su conducta y evitar reincidencias.
Internamiento especial y medidas cautelares
En caso de requerir internamiento, los menores no son enviados a reclusorios para adultos. Existen centros especializados, como el ubicado en Saltillo, donde los adolescentes permanecen separados y bajo condiciones diseñadas específicamente para su atención. La prisión preventiva también puede aplicarse, dependiendo de la edad del implicado y la penalidad correspondiente.
Robo, el delito más común entre menores
En los juzgados especializados, el robo es el delito más frecuente entre adolescentes. Muchos son utilizados por adultos debido a que sus sanciones son menores, mientras que otros provienen de entornos donde esta conducta se normaliza. Por ello, las autoridades buscan concientizar a los jóvenes sobre su responsabilidad penal a partir de los 12 años.
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