Maribel Guardia revela que pensó en quitarse la vida tras la muerte de su hijo Julián
A más de dos años de la muerte de su hijo Julián Figueroa, la actriz y cantante Maribel Guardia reveló que llegó a pensar en quitarse la vida debido al profundo dolor que le causó la pérdida. Sin embargo, reflexionar sobre lo que su hijo habría querido para ella la ayudó a encontrar fuerza y propósito para seguir adelante.
Durante una entrevista con el periodista Ernesto Buitrón, Maribel Guardia, de 66 años, habló abiertamente sobre los momentos más oscuros que enfrentó tras la muerte de Julián Figueroa, ocurrida el 9 de abril de 2023 debido a un paro cardíaco.
“Alguna vez me quise morir con Julián, yo dije: ‘me voy a morir, ya nada importa, ¡vale madre!’. Pero me puse a pensar qué quería Julián para mí... él quería que estuviera bien, que siguiera adelante”, confesó la actriz.
La también cantante recordó que su esposo, Marco Chacón, fue quien le informó por teléfono sobre el fallecimiento de su hijo mientras ella regresaba de una función de teatro. Al llegar a su casa y verlo sin vida, lo único que la consoló fue pensar que “parecía dormido”.
Un duelo que sigue presente
Maribel reconoció que llora todos los días por su hijo y que, aunque intenta mantener la fortaleza, cada pregunta sobre él reabre sus heridas.“Hablar de mi hijo todo el tiempo es doloroso, me cuesta, es llorar todo el tiempo... pero es inevitable. Lloro por Julián todos los días; a veces de alegría, de agradecimiento o de mucha pena”, dijo.
La actriz también compartió que su fe ha sido fundamental para sobrellevar el dolor:“Tengo que darle gracias a Dios por la vida que me toca seguir viviendo, y lo haré con dignidad, amor y alegría, haciendo honor a la vida de mi hijo”.
Distancia con su nieto
Además del fallecimiento de Julián, Maribel ha enfrentado momentos difíciles por su distanciamiento con su nieto José Julián, tras diferencias legales con Imelda Garza, viuda del cantante, quien impugnó el testamento de su esposo.
Pese a ello, Guardia se muestra agradecida por el tiempo que pudo compartir con su nieto:“Dios me dio el regalo de convivir con él ocho años, en la etapa más bonita, la de la niñez.”
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