¿Cómo te inicias en el periodismo?
Fue por medio de mi hijo. Él quería ser locutor y lo llevé a un curso que impartían en la CTM. Al verlo, me interesé por todo lo que estaba aprendiendo y me fui involucrando poco a poco, hasta ser parte de la clase. Terminé todo el programa, me dieron mi diploma y, en el camino, me encontré con el área de las noticias, y me gustó mucho. A tal grado que hoy me pregunto cómo no lo supe antes, cómo no di desde antes con esta profesión. Fue algo muy natural, no fue planeado, simplemente sucedió. Me atrapó y desde entonces no he querido soltarlo.
¿Cómo ha sido tu desarrollo a lo largo de los años?
Es un poco difícil. Considero que por ser mujer es más complicado. A veces no te toman tan en serio o se duda de tus capacidades, especialmente en el ámbito del periodismo que ha sido tradicionalmente dominado por hombres. Pero al paso de los años vas adquiriendo experiencia y los mismos compañeros te van dando diversos consejos que te van ayudando en el crecimiento. He tenido la fortuna de acercarme con personas muy profesionales que me han apoyado de manera importante. Gracias a ellos he aprendido a fortalecerme y a enfrentar los retos que la carrera conlleva. El periodismo te exige, te forma, y con el tiempo vas encontrando tu estilo, tu voz y tu lugar dentro del gremio.
¿Cómo te encuentras desde tus inicios hasta la fecha?
Considero que he aprendido bastante. En estos momentos me encuentro alejada de los medios, actualmente estoy en el gobierno del estado, en el área de comunicación social. Pero eso también forma parte del trabajo periodístico. No es que haya dejado la profesión, simplemente me encuentro en otra faceta de ella. Mi llegada a este sitio se dio por medio de una invitación. Me compartieron la vacante como fotógrafa, hice algunas pruebas y pues me quedé. La fotografía es algo que me ha gustado siempre. Me encanta porque una foto te dice más de mil palabras, no requieres tanta redacción. Por medio de una imagen logras describir lo que está pasando. Es una manera distinta de contar historias, pero igual de poderosa.
¿Qué tan complicado es la fotografía?
No lo considero complicado. Es sencillo, solo hay que saber lo que se busca. Si la usas para fotoperiodismo o para eventos sociales, cada tipo tiene su enfoque. Pero no es complicado utilizar la cámara. La imagen es de uno, tú decides lo que quieres capturar. Buscas el momento, esperas el instante en que la emoción, la historia y la luz se alinean. No se requiere saberle mover mucho a la cámara, ya que el talento es lo que hace la diferencia. Puedes tener el mejor equipo, pero si no sabes ver, no lograrás la fotografía que cuente lo que quieres transmitir. El secreto está en observar, en conectar con lo que está pasando, en anticiparte.
Desde mi experiencia, la fotografía es un lenguaje propio. Me ha permitido conectar con las personas de otra forma. A veces con una sola imagen puedes decir lo que un texto de una cuartilla no logra. Tiene fuerza, tiene emoción, y eso me encanta.
El proceso ha sido muy personal. A lo largo de los años he pasado por diferentes retos, no todo ha sido sencillo. Desde los traslados, el tener que cubrir eventos bajo presión, la incertidumbre de si tu trabajo será publicado, hasta el hecho de que a veces como mujer, tienes que demostrar el doble para que te reconozcan igual. Pero todo ha valido la pena. Cada día, cada nota, cada imagen capturada ha formado parte de una historia profesional que me llena de orgullo.
Lo más bonito de este camino es que jamás imaginé dedicarme a esto. Fue por acompañar a mi hijo, por estar con él, y terminé encontrando mi vocación. Me gusta pensar que la vida tiene formas misteriosas de llevarte hacia lo que te apasiona. A veces uno no empieza por convicción, sino por curiosidad, y eso te lleva a descubrir talentos que no sabías que tenías.
Hoy sigo aprendiendo. Aunque no esté de lleno en los medios tradicionales, sigo conectada con la noticia, con la imagen, con el hecho de comunicar. Y creo que mientras tenga esa chispa viva, siempre seré periodista en el fondo. La profesión te marca, te da otra forma de ver el mundo, más crítica, más consciente.
Sigo creyendo que es una carrera noble, de mucho compromiso, y sobre todo, muy humana. No todo el mundo entiende lo que significa estar en la calle, bajo el sol, la lluvia o el frío, con una libreta o una cámara, esperando ese momento que cuente la verdad de lo que está pasando. Pero para quienes lo hemos vivido, es algo que te transforma para siempre.
Así ha sido mi trayectoria: un camino que empezó casi por casualidad, pero que se convirtió en una pasión que me acompañará siempre, sin importar en qué espacio esté trabajando. Porque al final, el periodismo no es solo una profesión, es una forma de ver y contar la vida.