El Tiempo de Monclova 🔍

OPINIÓN Columna Monclova Piedras Negras Carbonífera Saltillo Torreón Seguridad

La operación anti-Salinas Pliego

Mario Maldonado
comparte facebook comparte X comparte WhatsApp comparte Telegram

En la 4T el enojo contra Ricardo Salinas Pliego se ha convertido en una auténtica obsesión. Lo que comenzó como una disputa pública entre el expresidente López Obrador y el magnate ha escalado hasta niveles inéditos. Hoy existe, según fuentes de primer nivel en el gobierno federal, un grupo intersecretarial creado expresamente para investigar y, si es posible, destruir al dueño de TV Azteca, Banco Azteca, Elektra y Totalplay.

La instrucción provino directamente de Palacio Nacional y es ejecutada por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien coordina lo que internamente se conoce como el “grupo anti-Salinas”. En él participan también la Procuraduría Fiscal de la Federación, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Servicio de Administración Tributaria (SAT), la Consejería Jurídica de la Presidencia, además de algunas ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

El mandato es configurar todos los posibles delitos contra Salinas Pliego y sus compañías, empezando por los temas fiscales, además de delinear un plan para tomar sus negocios. Las dependencias involucradas revisan simultáneamente auditorías fiscales, regulatorias y administrativas contra las empresas de Grupo Salinas, mientras los servicios de inteligencia financiera rastrean movimientos personales y corporativos. Se trata de una estrategia de desgaste total, una cacería de brujas.

Sin embargo, dentro del propio gobierno el plan ha generado cierto malestar. Varios funcionarios, obligados a ejecutar las órdenes, temen las consecuencias legales de participar en lo que consideran un abuso de poder. Algunos lo ven como un gran error, el de usar la maquinaria del Estado para intentar silenciar y desaparecer a uno de los principales empresarios del país.

Hasta ahora, las auditorías no han arrojado irregularidades de fondo; los reportes financieros no han encontrado pruebas sólidas para sostener una acusación penal. Ante ese vacío, la orden se ha endurecido.

En los últimos días, Salinas Pliego ha declarado públicamente su interés de sentarse con el gobierno a buscar un acuerdo justo para resolver los litigios fiscales de Grupo Salinas. Se trata del primer gesto de distensión después de meses de enfrentamientos. Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo en una de sus conferencias matutinas que la deuda fiscal en del empresario, al menos en los casos que están por llegar ante la SCJN, asciende a 48 mil millones de pesos.

Asimismo insistió en que, con apego a la ley, si Salinas Pliego decidiera pagar los impuestos que debe podría tener descuentos en multa y otros recargos, como cualquier deudor. Una frase que en política suena a dos cosas: apertura al diálogo y advertencia.

Ese intercambio de declaraciones ha abierto el escenario de la negociación. Salinas sabe que el acoso institucional tiene un costo y que el capital político que acumuló durante décadas, gracias a su influencia mediática y financiera, podría no alcanzarle para ganarle al Estado. También entiende que el gobierno no puede darse el lujo de un enfrentamiento prolongado con uno de los empresarios más mediáticos del país, especialmente en tiempos de cambios en materia fiscal y la próxima renegociación del TMEC, que requiere de enviar mensajes de certidumbre. En ese equilibrio frágil, el “grupo anti-Salinas” sigue activo, con instrucciones de mantener vivas las investigaciones y la presión mediática, esta última aceitada por Jesús Ramírez Cuevas, quien desde la coordinación de asesores de la Presidencia alienta los ataques desde la mañanera cada vez que el empresario lanza una provocación en redes.

Salinas Pliego representa, a su manera, al empresariado que no se arrodilla ante el gobierno, mientras el régimen busca escarmentar a quien ose desafiarlo. Pero perseguirlo con recursos públicos y con la complicidad de instituciones que deberían garantizar el Estado de derecho marca un precedente peligroso. Por ahora, el empresario parece dispuesto a jugar dos cartas: mostrarse desafiante con una mano, y extender la otra para negociar. El gobierno, en cambio, parece decidido a mantener la presión hasta que ceda.

Este fin de semana, Salinas Pliego cumplió 70 años y lo celebró a lo grande. Anunció su festejo en la Arena Ciudad de México, convocando a miles de personas y con presencia de figuras del entretenimiento, la política y los negocios, entre. La celebración busca ser un mensaje de fuerza en pleno asedio. Un recordatorio de que sigue siendo un actor central del poder económico en México, pese a la ofensiva en su contra.

comentar nota

Columna: 7 millones lo repudian; Trump se burla de ellos

Este fin de semana sucedieron dos cosas impactantes en Estados Unidos. Primero unos 7 millones de estadounidenses salieron a las calles para repudiar a su presidente con gritos, consignas y hasta expresiones artísticas de protesta contra los ataques de Donald Trump en contra -- leer más

Noticias del tema


    Más leído en la semana