La Entrevista con Víctor Samarripa
Descubre cómo Víctor Samarripa transformó la gestión de Derechos Humanos en una cervecera, promoviendo empatía y diálogo en el entorno laboral.

“Para mí, los derechos humanos se deben de vivir, no solo se declaran”
¿Cómo llegó a convertirse en jefe del área de Derechos Humanos dentro de la cervecera?
“Comencé en el área administrativa hace ya más de quince años, y con el tiempo fui involucrándome en temas relacionados con el bienestar del personal. Me di cuenta de que muchas veces los conflictos laborales o las inconformidades no se resolvían solo con reglamentos, sino con empatía y diálogo. Con el apoyo de la dirección, propuse crear un área dedicada exclusivamente a la promoción y defensa de los derechos humanos dentro de la empresa, y así fue como nació este departamento”.
¿Cuál considera que es el papel principal de su área dentro de una compañía tan grande?
“Nuestro papel es garantizar que todos los trabajadores sean tratados con respeto, que se cumplan las condiciones laborales establecidas y que exista igualdad de oportunidades. Aquí laboran más de mil personas, y todas merecen un ambiente libre de discriminación, acoso o abuso de autoridad. Promovemos la justicia, la inclusión y la comunicación como pilares del clima laboral”.
¿Qué acciones concretas realizan para proteger los derechos del personal?
“Implementamos políticas internas de conducta, capacitaciones periódicas sobre valores humanos, equidad de género y prevención del acoso. También tenemos un canal de denuncias totalmente confidencial, donde los empleados pueden reportar cualquier situación irregular sin temor a represalias. Cada caso se analiza con seriedad y se le da seguimiento hasta su resolución”.
¿Cómo reaccionan los trabajadores cuando se habla de derechos humanos dentro de la empresa?
“Al principio algunos pensaban que era un tema ajeno o que solo aplicaba en cuestiones políticas o sociales. Pero conforme vieron los resultados, mejor ambiente, mayor respeto, más diálogo entre compañeros y supervisores entendieron que los derechos humanos también forman parte del día a día laboral. Hoy incluso los propios empleados proponen ideas o campañas para reforzar los valores de respeto y solidaridad”.
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta en su trabajo?
“El mayor reto es cambiar mentalidades. A veces hay personas que todavía creen que la autoridad se ejerce con dureza o que el empleado debe obedecer sin cuestionar. Nuestra labor es demostrar que el respeto no debilita la disciplina, al contrario: la fortalece. Un trabajador que se siente escuchado y valorado siempre rinde más y tiene mayor compromiso con la empresa”.
¿Ha tenido que intervenir en situaciones delicadas dentro de la planta?
“Sí, en varias ocasiones. Hemos atendido desde casos de discriminación hasta conflictos entre áreas. En todos los casos buscamos la mediación y la reparación del daño. No se trata de castigar, sino de corregir conductas y fomentar el entendimiento. Cuando logramos que las partes se reconcilien o comprendan sus errores, sentimos que realmente estamos cumpliendo nuestra misión”.
¿Cómo se logra mantener un ambiente laboral positivo en una planta donde trabajan tantas personas?
“La clave está en la comunicación. En una empresa tan grande como esta, si no se habla con claridad, los malentendidos crecen. Tenemos reuniones periódicas con representantes de cada área, escuchamos inquietudes y propuestas, y trabajamos para que todos se sientan parte de un mismo equipo. Además, organizamos jornadas de integración, actividades culturales y programas de voluntariado que fortalecen los lazos entre compañeros”.
¿Qué papel juega la dirección general en todo este proceso?
“La dirección ha sido fundamental. Desde el principio hubo una visión clara: no se puede ser una gran empresa si no se es también un gran lugar para trabajar. Los directivos han apoyado las políticas de inclusión, han invertido en capacitación y han promovido el liderazgo ético. Cuando la cabeza da el ejemplo, el resto del equipo lo sigue”.
¿Cómo percibe el cambio en la cultura laboral desde que se implementó el área de derechos humanos?
“Ha sido un cambio enorme. Antes había más desconfianza, más distancia entre los trabajadores y los mandos. Hoy hay apertura, respeto y orgullo de pertenecer a esta empresa. Los empleados saben que sus derechos están protegidos y que su voz tiene valor. Esa confianza se refleja incluso en la productividad y en la imagen pública de la cervecera.”
Entrevista: Entrevista con Viridiana Zapata
A sus 19 años, Alondra Viridiana Zapata Flores, originaria de Monclova, cursa la licenciatura en Enfermería con una clara convicción: servir y aprender. Considera que esta profesión combina conocimiento, humanidad y responsabilidad. Su interés por el área hospitalaria -- leer más
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